" Perder oportunidades de recuperar soberanía pueden llevarnos a perder la Nación."
Carta al señor presidente de la República Argentina (nota publicada en página/12 el 15/10/04)
Al Señor Presidente de la República Argentina
Dr. Néstor Kirchner
S / D.
De nuestra mayor consideración:
Señor Presidente, como Usted lo ha afirmado en reiteradas oportunidades, las políticas aplicadas por quienes gobernaron a nuestro país en la década del 90’, por consejo o presión del F.M.I. y de los organismos multilaterales de crédito, nos llevaron a obtener como resultado catastróficas consecuencias sociales, políticas y económicas.
Los Tratados Bilaterales de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmados por Argentina en la década del 90’ son de alguna manera, el anticipo del ingreso del ALCA en nuestra patria. Sus cláusulas de “trato nacional”, de “trato más favorable” o de “nación más favorecida”, que figuran en casi todos los tratados - como en el firmado con EEUU - permiten que las empresas extranjeras que prestan servicios en Argentina, puedan presionar invocando esos tratados, para obtener beneficios especiales como por ejemplo renovación de contratos o aumentos de tarifas, con demandas ante Tribunales Arbitrales Internacionales, como sucede actualmente por más de u$s 16.000 millones, que se le reclaman a la República Argentina.
Es sabido que por más que exista voluntad de cambiar las políticas que se aplicaron en épocas anteriores, desactivar sus efectos no resulta fácil, ya que en muchos casos la ultra-actividad de las normas, les permite perdurar por largo tiempo. Por lo tanto resulta de suma importancia no perder oportunidad alguna, de reformar y reemplazar la legislación vigente con origen en esos años de infamia y entrega; como así también denunciar tratados con otras potencias extranjeras, firmados en esa época.
Es el caso del Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, entre Argentina y los Estados Unidos de Norteamérica, firmado el 14 de noviembre de 1991 y que entró a regir el 20 de Octubre del año 1994 por el término de diez años. El propio tratado establece que si alguna de las partes no notifica a la otra, su decisión de darlo por terminado, antes de su vencimiento, se producirá la renovación automática por otros diez años.
Los tratados a partir de la reforma de 1994 de la Constitución Nacional, se encuentran por encima de las leyes que legisla el propio Congreso de la Nación, disminuyendo la capacidad de ese poder y vulnerando, en algunos casos, funciones que le son propias, por imperio de la Constitución. Esto pone en riesgo al propio Sistema Republicano de Gobierno, sin olvidar, que en la historia de la vida de las naciones, aquellos países que pierden soberanía, corren serios riesgos de desaparecer como naciones libres y soberanas.
Estos tratados de inversión, resultan un instrumento que legaliza la subordinación del país a los intereses de los grupos económicos corporativos. Para poder salir de la lógica de las políticas económicas neoliberales implementadas en la década del 90, debemos denunciar los tratados de inversión extranjera como éste, antes de que se produzca su renovación automática.
Señor Presidente, no estamos proponiendo interrumpir relaciones económicas con E.E.U.U. sino simplemente dar por cumplido el tratado que firmara el Gobierno Menem y no renovarlo, para oportunamente de resultar necesario, firmar otro que resulte acorde a las nuevas políticas económicas y de inversiones que la administración actual desee impulsar. Por eso, como ciudadanos de una nación Libre y Soberana de la cual Usted es el Primer Mandatario, le solicitamos, que en defensa de los intereses de la Nación antes del 20 de octubre del 2004 el gobierno argentino comunique al gobierno de los EEUU su decisión de no renovar el Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones.
-Fernando “Pino” Solanas
-Dr. Carlos Juliá
-Adolfo Pérez Esquivel (Coord. “Grito de los Excluidos” Premio Nobel de la Paz en Argentina)
Al Señor Presidente de la República Argentina
Dr. Néstor Kirchner
S / D.
Perder oportunidades de recuperar soberaníapueden llevarnos a perder la Nación.
De nuestra mayor consideración:
Señor Presidente, como Usted lo ha afirmado en reiteradas oportunidades, las políticas aplicadas por quienes gobernaron a nuestro país en la década del 90’, por consejo o presión del F.M.I. y de los organismos multilaterales de crédito, nos llevaron a obtener como resultado catastróficas consecuencias sociales, políticas y económicas.
Los Tratados Bilaterales de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmados por Argentina en la década del 90’ son de alguna manera, el anticipo del ingreso del ALCA en nuestra patria. Sus cláusulas de “trato nacional”, de “trato más favorable” o de “nación más favorecida”, que figuran en casi todos los tratados - como en el firmado con EEUU - permiten que las empresas extranjeras que prestan servicios en Argentina, puedan presionar invocando esos tratados, para obtener beneficios especiales como por ejemplo renovación de contratos o aumentos de tarifas, con demandas ante Tribunales Arbitrales Internacionales, como sucede actualmente por más de u$s 16.000 millones, que se le reclaman a la República Argentina.
Es sabido que por más que exista voluntad de cambiar las políticas que se aplicaron en épocas anteriores, desactivar sus efectos no resulta fácil, ya que en muchos casos la ultra-actividad de las normas, les permite perdurar por largo tiempo. Por lo tanto resulta de suma importancia no perder oportunidad alguna, de reformar y reemplazar la legislación vigente con origen en esos años de infamia y entrega; como así también denunciar tratados con otras potencias extranjeras, firmados en esa época.
Es el caso del Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, entre Argentina y los Estados Unidos de Norteamérica, firmado el 14 de noviembre de 1991 y que entró a regir el 20 de Octubre del año 1994 por el término de diez años. El propio tratado establece que si alguna de las partes no notifica a la otra, su decisión de darlo por terminado, antes de su vencimiento, se producirá la renovación automática por otros diez años.
Los tratados a partir de la reforma de 1994 de la Constitución Nacional, se encuentran por encima de las leyes que legisla el propio Congreso de la Nación, disminuyendo la capacidad de ese poder y vulnerando, en algunos casos, funciones que le son propias, por imperio de la Constitución. Esto pone en riesgo al propio Sistema Republicano de Gobierno, sin olvidar, que en la historia de la vida de las naciones, aquellos países que pierden soberanía, corren serios riesgos de desaparecer como naciones libres y soberanas.
Estos tratados de inversión, resultan un instrumento que legaliza la subordinación del país a los intereses de los grupos económicos corporativos. Para poder salir de la lógica de las políticas económicas neoliberales implementadas en la década del 90, debemos denunciar los tratados de inversión extranjera como éste, antes de que se produzca su renovación automática.
Señor Presidente, no estamos proponiendo interrumpir relaciones económicas con E.E.U.U. sino simplemente dar por cumplido el tratado que firmara el Gobierno Menem y no renovarlo, para oportunamente de resultar necesario, firmar otro que resulte acorde a las nuevas políticas económicas y de inversiones que la administración actual desee impulsar. Por eso, como ciudadanos de una nación Libre y Soberana de la cual Usted es el Primer Mandatario, le solicitamos, que en defensa de los intereses de la Nación antes del 20 de octubre del 2004 el gobierno argentino comunique al gobierno de los EEUU su decisión de no renovar el Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones.
-Fernando “Pino” Solanas
-Dr. Carlos Juliá
-Adolfo Pérez Esquivel (Coord. “Grito de los Excluidos” Premio Nobel de la Paz en Argentina)
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