Tuesday, November 07, 2006

Petroleras, en el banquillo


EL GRUPO MORENO CONTRA LA DESREGULACION ENERGETICA
Petroleras, en el banquillo
El Grupo Moreno presentó un amparo por inconstitucionalidad de normas que permitieron la apertura del mercado de hidrocarburos y la venta de YPF. También una denuncia por evasión de las petroleras.



El cineasta Fernando “Pino” Solanas junto al Grupo Moreno arremeten contra la desregulación energética.


Por Fernando Krakowiak


El Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora (Moreno) presentó ayer una acción de amparo ante la Justicia solicitando la inconstitucionalidad de la Ley de Reforma del Estado y de los decretos 1055, 1212 y 1589 que habilitaron la desregulación del sector energético y la posterior privatización de YPF. “Así como se anularon las leyes de obediencia debida y punto final, hay que voltear el estatuto del vaciamiento y del mayor latrocinio del país”, aseguró el cineasta Fernando “Pino” Solanas, presidente del Moreno. Además, la entidad formuló una denuncia penal por evasión fiscal contra las petroleras Repsol, Shell, Pecon y Esso, a las que acusa de transferir al exterior ganancias no declaradas ante la AFIP.


El economista Félix Herrero, integrante del Moreno, aseguró a Página/12 que los decretos 1055, 1212 y 1589, dictados por el gobierno de Carlos Menem entre octubre y diciembre de 1989, son considerados “la matriz legal que posibilitó la privatización del sistema energético. Por eso apuntamos ahí”. Con el argumento de promover el desarrollo y ejecución de planes destinados a incrementar la producción nacional para asegurar el autoabastecimiento, el decreto 1055, redactado por el entonces ministro de Obras Públicas Roberto Dromi, autorizó el agrupamiento de zonas de explotación que registraban un reducido nivel de producción y habilitó la participación del capital privado.


La norma preveía la adjudicación de esas zonas, a través de un concurso público internacional, a las empresas que ofrecieran el mayor monto y no, por ejemplo, a quienes aseguraran mayores niveles de producción con técnicas de explotación capaces de preservar los recursos y el abastecimiento del mercado interno, requerimiento que, según sostienen los especialistas, hubiera permitido proteger las reservas. En las zonas donde YPF registraba un mayor nivel de producción, la norma propició, en cambio, la asociación con capitales privados.


Por su parte, el decreto 1212 liberó los precios en cada una de las etapas de comercialización posibilitando que los valores internacionales fueran tomados como referencia para el mercado interno. Además, transformó los contratos de locación en concesiones. Por último, el decreto 1589 estableció, entre otras cuestiones, la libre disponibilidad del 70 por ciento de las divisas generadas por la explotación.


El abogado Salvador María Lozada, patrocinante del amparo, aseguró ayer que esos tres decretos, los cuales continúan rigiendo con leves modificaciones la política petrolera, “son incompatibles” con las normas específicas vigentes en el sector desde la década del ’60 y agregó que “la inconstitucionalidad se tornó aún más palpable con la reforma de la Constitución de 1994, que introdujo la obligación de preservar y cuidar los recursos naturales y condena su explotación abusiva”. La acción de amparo por “inconstitucionalidad” fue presentada ante el fuero en lo Contencioso Administrativo federal.


El Grupo Moreno presentó también una denuncia penal por evasión fiscal contra Repsol, Shell, Pecon y Esso. “Sacaron del país más de 4000 millones de dólares, pero sólo declararon poco más de la tercera parte de esa suma”, afirmó Fernando “Pino” Solanas. Esta denuncia se basa en la investigación realizada por la Comisión de Fuga de Capitales que presidió el entonces diputado y actual titular del Correo Argentino, Eduardo Di Cola. En la denuncia, formulada en el Juzgado Federal Nº 10 a cargo del juez Julián Ercolini, también se responsabilizó a las autoridades del Banco Central y de la Administración Federal de Ingresos Públicos “por no haber realizado ningún tipo de investigación”.

Monday, November 06, 2006

Polémica por un proyecto de hidrocarburos

LA SITUACION ENERGETICA : CON LOS VOTOS DEL OFICIALISMO, DIPUTADOS LE DIO MEDIA SANCION A LA PROPUESTA DE DESGRAVAR A EMPRESAS PETROLERAS

Polémica por un proyecto de hidrocarburos

En la sanción de ayer de Diputados de desgravar tareas de exploración petrolífera, el oficialismo puso los votos a favor y la oposición las palabras. El tiempo dirá quien ganó. Si el kirchnerismo y sus aliados (sumaron 121 votos), o la visión coincidente opositora (74 votos) de que, en materia de hidrocarburos, la política de Kirchner es igual a la de Menem.Producto de la ansiedad ante el riesgo de una grave crisis energética en un futuro cercano, el proyecto del Poder Ejecutivo remitido a Diputados el año pasado —con la firma también del entonces ministro Roberto Lavagna—, aguardó quince meses para llegar a las bancas. El paso inicial era obligado porque por imperativo constitucional Diputados debe tratar en primer lugar todo proyecto referido a impuestos.Ayer mismo, el Senado —que deberá tratar este proyecto— aprobó estímulos comparables para actividades generadores de otras fuentes de energías alternativas como la eólica y solar, sanción remitida a Diputados y que se cruzó con la otra.Esta ley en trámite crea regímenes para la exploración y explotación de los hidrocarburos en la plataforma continental, en cuencas sin producción y también en las cinco que producen. Determina que la empresa Energía Argentina Sociedad Anónima (ENARSA) "deberá formar parte en asociación del permiso de exploración y de la posterior concesión de explotación", a menos que renuncie a hacerlo. Ese es uno de los puntos sobre los que machacaron desde la oposición porque la empresa nacida también con resistencia hace dos años no cumple el papel que la propia ley de creación le dio.Los beneficios propuestos incluyen IVA, Ganancias y exenciones en el pago de los derechos de importación.La kirchnerista Roxana Bertone, titular de la comisión de Energía, leyó una corta intervención de apoyo. Luego, el presidente de la comisión de Presupuesto, el ex lavagnista Carlos Snopek, justificó la norma para "facilitar inversiones". El mendocino Alfredo Fernández criticó sin nombrar al gobierno de Raúl Alfonsín por los cortes de luz obligados en la crisis de hace dos décadas y habló a favor.El diputado vinculado a ATE Claudio Lozano lamentó que Kirchner no cumpliera su palabra de retirar el proyecto "que bonifica a los responsables del saqueo". Dijo que de las 19 empresas del sector, 17 son extranjeras, con ganancias que cuadriplican las de las 200 más grandes empresas nacionales."Néstor Kirchner es absolutamente coherente con lo realizado en los años noventa" dijo la arista Fabiana Ríos como para subrayar lo que ya habían sostenido otros oradores. Uno de ellos fue el entrerriano Juan Carlos Godoy (Concertación Entrerriana) quien recordó que el actual secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, fue el diputado neuquino menemista que en 1992 fundamentó la privatización de YPF. Hubo otros discursos pero también hubo más votos.


LA SECRETARIA DE ENERGIA INFORMO QUE SE PRODUJO UNA FUERTE BAJA EN 2005

Caen las reservas de gas y petróleo

El último dato oficial refleja un importante retroceso de casi un año en las reservas de petróleo y de 1,6 en las de gas. Ahora alcanzan para 8,2 y 8,6 años, respectivamente. Antes de la privatización de los hidrocarburos había gas para 35 años.
La tendencia de pérdida de reservas no se detuvo el último año, pese a las advertencias oficiales.
Por David Cufré
Las reservas de petróleo y gas sufrieron una fuerte caída. De acuerdo con datos oficiales que acaba de publicar la Secretaría de Energía, las primeras alcanzaban a fines de 2005 para cubrir 8,2 años de consumo. Un año antes, al 31 de diciembre de 2004, había crudo para 9,1 años. La situación en el gas es todavía peor: la baja fue de 10,2 años en 2004 a 8,6 años en 2005. Los datos permiten extraer dos conclusiones: la primera es que la tendencia de disminución de reservas que comenzó con la privatización de los hidrocarburos no se detiene y, en segundo lugar, los problemas en el campo energético son cada vez más profundos y extendidos. El Gobierno viene advirtiendo a las petroleras de que podría aplicarles duras sanciones si no invierten, pero no consiguió con ello frenar el derrumbe.
El informe oficial es del 22 de agosto último. Las reservas comprobadas de petróleo retrocedieron entre 2004 y 2005 un 11,4 por ciento (de 393,9 millones de metros cúbicos a 349,1 millones, hasta el final de la vida útil de los yacimientos), mientras que las probables lo hicieron un 2,0 por ciento (de 156,4 millones a 153,3 millones). Las bajas en el gas fueron más notables, de 19,0 por ciento en las reservas probadas (de 541,8 miles de millones de metros cúbicos a 438,9 miles de millones) y del 5,3 por ciento en las probables (de 262,7 miles de millones a 240,8 miles de millones).
Al momento de las privatizaciones, había reservas de gas para 35 años y de petróleo para 13. El constante drenaje coincidió con la política de las principales empresas, avalada por los distintos gobiernos, de incrementar sus exportaciones. El ejemplo más contundente de esa estrategia es que en los últimos quince años se tendieron nueve gasoductos para llevar el fluido a Chile y no se construyó ningún gasoducto troncal para el mercado interno. El 40 por ciento de la población argentina carece de gas natural, entre ellos, amplias zonas del conurbano bonaerense, el norte de Santa Fe y la mayor parte del Noreste y Noroeste.
Félix Herrero, experto del grupo Moreno que pide la prohibición de las exportaciones de hidrocarburos, señaló que Repsol YPF tiene una muy baja tasa de recomposición de reservas, de sólo el 18 por ciento. Esto quiere decir que repone con nuevas inversiones en exploración apenas ese porcentaje de todo lo que extrae. “Las grandes petroleras del mundo superan el 100 por ciento”, comparó Herrero. También se quejó porque el Gobierno mantiene el sistema de registración de reservas que fue establecido durante el menemismo: que las empresas las informen por simple declaración jurada.
Un grupo de seis empresas de consultoría internacional auditan esos datos. Nunca hicieron correcciones importantes a esos datos. El único cambio que introdujo la actual administración fue obligar a las petroleras a revelar sus reservas una vez al año, en lugar de cada dos años como era anteriormente. Pero el Ejecutivo nunca accedió a la intervención de otros auditores ni avanzó para crear un cuerpo de inspección estatal. Aquella única modificación se produjo luego de que Repsol YPF hizo un recálculo de sus reservas mundiales a partir de la amenaza de Bolivia de denunciar a la compañía ante la Bolsa de Nueva York, porque estaba computando como propias reservas concesionadas. En Argentina, eso se tradujo en una caída de las reservas del principal yacimiento de gas, Loma de la Lata, en más de un 20 por ciento.
Aunque las reservas de petróleo alcanzan supuestamente para 8,2 años y las de gas para 8,6, entre los especialistas se debate en qué momento el país se convertirá en importador neto. En la actualidad, todavía se exporta más de lo se importa. Esa situación podría cambiar en dos o tres años, según visiones más o menos pesimistas, pero en todos los casos el diagnóstico es preocupante. Herrero advirtió que “las petroleras utilizan la crisis que ellas mismas provocaron para pedir beneficios en nuevos proyectos de exploración”. Según su visión, la nueva Ley de Hidrocarburos que ayer debatió la Cámara de Diputados (ver página 4) “les hace el juego” a esos intereses. “Las empresas obtienen exenciones y rebajas impositivas para nuevos proyectos, cuando en el mundo la tendencia es cobrarles más a las petroleras por la suba del precio internacional”, comentó el especialista. En ese sentido, mencionó que Rusia y Argelia acaban de aumentar los impuestos a las empresas que operan en esos países.
La retracción de reservas de petróleo y gas, reconocida por la Secretaría de Energía, se produce en el mismo momento en que se profundizan las dificultades en el mercado eléctrico y se acumulan denuncias de desabastecimiento de gasoil. Todo el cuadro energético aparece como una eventual limitante al crecimiento económico, por lo menos al ritmo de 8 o 9 por ciento anual de los últimos cuatro años.

Polémico proyecto de promoción de exploraciones, con media sanción

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto que exime de impuestos y derechos de importación a las petroleras privadas para alentarlas a invertir en exploración. Cuestionamientos de la oposición. Los inversores deberán asociarse con Enarsa.
Esta vez con pocos aliados, el oficialismo logró la aprobación del proyecto con 121 votos.
Por Miguel Jorquera
La Cámara de Diputados le dio media sanción al régimen de promoción de exploración de hidrocarburos a través de exenciones impositivas, que van desde “diferir” el IVA y el impuesto a la Ganancias hasta eximir a las empresas petroleras de la Ganancia Mínima Presunta y de derechos de importación. Claro que para acceder a los beneficios, las compañías deberán asociarse con Enarsa, que a su vez permitirá subdividir las áreas ya adjudicadas para incorporarlas al nuevo esquema impositivo para el sector. Casi todo el arco opositor equiparó el proyecto oficial de entrega de subsidios a las petroleras –cuyos montos todavía se desconocen– con el “saqueo” que significó la privatización de YPF, además de cuestionar el papel de Enarsa, que será la que tendrá las llaves para la selección de los beneficiarios y sus futuros socios.
El texto definitivo del proyecto, después de varias modificaciones, estuvo recién redactado al mediodía –apenas unas horas antes de su tratamiento– y el oficialista Frente para la Victoria necesitó tres miembros informantes para fundamentar el régimen de promoción de exploración de hidrocarburos a través de exenciones impositivas.
La fueguina Rosana Bertone, presidenta de la Comisión de Energía y Combustible, justificó la iniciativa en la necesidad de aumentar las alicaídas reservas de gas y petróleo, que la “participación de Enarsa es la garantía obligada para el Estado” y esgrimió que “la asociación con Enarsa en la subdivisión de áreas “le permite ingresar en las áreas ya concesionadas a privadas y recuperarlas para el Estado”. Su intervención cosechó tibios aplausos.
En tanto, el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el jujeño Carlos Snopek, se encargó de explicar que las compañías que exploren no estarán exentas de todos los impuestos: “el IVA y el impuesto a las Ganancias se pagarán en forma diferida” cuando exploten los recursos explorados, aunque los beneficiarios del régimen de promoción si gozarán de la exención de los impuestos a la Ganancia Mínima Presunta y de derechos de importación.
El primero en criticar el proyecto oficial fue el diputado de la CTA Lozano Claudio, que compartió su tiempo y un dictamen en minoría con el entrerriano Lucio Godoy. Lozano cuestionó “el uso de más recursos públicos para explorar, el único riesgo que tienen las compañías petroleras, que han tenido una explotación depredatoria, y exportación intensiva, pero no invirtieron un peso en explorar. Esta es la estrategia del Estado bobo”, afirmó. Luego el representante de la central sindical criticó al Gobierno, que mientras “cobra impuesto a las Ganancias a los trabajadores petroleros, exime del mismo impuesto a las empresas petroleras”. Lozano cerró su intervención responsabilizando al “Congreso de convalidar la depredación vigente y los 15 mil millones de dólares anuales de renta petrolera que se van del país”.
La UCR, que había planteado algunas disidencias sobre el proyecto, terminó por oponerse de plano a la iniciativa oficial. Miguel Giubergia, de la UCR de San Luis, hizo referencia a la inclusión de un IVA (del 11,5 por ciento a las harinas) “al pan mientras se desgrava impositivamente a las petroleras”. El justicialista Nacional Jorge Sarghini criticó “la negación del Gobierno sobre la crisis energética” y la “falta de modelo energético” y calificó como “muy mal proyecto” la iniciativa que “no promueve emprendimientos sino empresas”, que “son los dueños del negocio”.
Elisa Carrió fue otra que se sumó al coro de críticas al proyecto. Después de repasar las crisis mundiales, Lilita igualó el proyecto oficial con “la entrega de YPF”, y dijo que mientras la Argentina subsidia a las compañías, como la española “Repsol que con la renta que produjo la explotación de petróleo en la Argentina financia exploraciones en Europa y Africa”. El jefe del bloque del ARI, Eduardo Macaluse, le puso título periodístico a la sesión de ayer en diputados: “Aumenta el pan y entregan subsidios a las petroleras” y pidió la creación de una comisión bicameral de seguimiento del tema petróleo.
La derecha parlamentaria también cuestionó los alcances del proyecto. Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino) se opuso a que Enarsa sea la “única” encargada de sellar los acuerdos para la exploración con los privados, relegando a las “empresas estatales provinciales”, con un argumento estatista: la suma del 50 por ciento que las compañías tendrán en la sociedad, sumados al 35 por ciento que tienen de las acciones de Enarsa, los privados se quedarán con la mayoría del paquete del negocio”. Aunque esta vez con pocos aliados, el oficialismo consiguió 121 votos contra 74 de la oposición para darle media sanción a una ley polémica.

Sunday, November 05, 2006

HACIA UNA POLITICA ENERGETICA NACIONAL

1.
El marco: el modelo económico neoliberal

Desde el inicio del plan de convertibilidad, en 1991, la deuda pública se duplicó y la privada se decuplicó, hasta alcanzar los 35.000 mil millones de dólares. Entre 1993 Y 1998 la deuda externa (suma de la deuda publica y la privada no financiera) pasó de 76.700 a 139.000 millones de dólares, y las previsiones para 1999 señalaban un nivel que oscilaba entre los 150 y 160 mil millones. En 1998 la deuda estatal representa el doble de los recursos tributarios de la Nación y los pagos por intereses un tercio de las reservas en oro y divisas del país y la mitad del déficit en cuenta corriente. En ese momento la elite Argentina tenia colocados en el exterior cerca de 130.000 millones de dólares.
Este resultado, puesto en términos financieros macroeconómicos, no corresponde a errores sino que es consecuencia del propio sistema en su variante neoliberal, impuesto a sangre y muerte por la dictadura militar, política económica que se prolonga desde entonces a través de los sucesivos gobiernos, donde Menem se lleva la cruel y miserable gloria de ser quien por encima de toda legalidad, impune hasta la fecha, más hizo por dilapidar el patrimonio material y cultural del pueblo argentino.
La Argentina pasa a ser, desde entonces, el único país en el mundo que, por decisión conjunta de los intereses de una minúscula minoría del poder económico local y los grupos multinacionales más concentrados, se suicida industrialmente hasta tal medida que el valor del producto bruto per capita industrial en 1974, con una población de 24 millones de habitantes, es aún un 30 % mas alto que el actual, 28 años después, siendo entonces más de 3.800.000 el número de trabajadores industriales. Actualmente, con una población de 37 millones, no se supera el millón ochocientos mil trabajadores.
Esto significo la desaparición de decenas de miles de fabricas y la destrucción del tejido productivo, que ha convertido al país en un exportador de productos primarios como a comienzos del siglo veinte, llevando la tasa de desocupación inferior al 5 % a más del 21 % y a una pérdida de la mitad del poder adquisitivo del salario. Conlleva la destrucción del mercado interno y el alcance de una cifra aterradora: la mitad de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza mientras que el 10 % más rico gana más de 170 veces de lo que recibe el 10% más pobre.
Una cantidad mayor de población consume menos de lo necesario y sufre hambre real en un país que produce alimentos para satisfacer a más de 300 millones, mientras una elite de privilegiados y especuladores coloca fondos en el exterior al mismo tiempo que la deuda externa aumenta a razón de intereses usurarios y confiscatorios a valores incompatibles con las obligaciones constitucionales de atender prioritariamente a las necesidades de la población en materia de salud, trabajo, educación, vivienda, cultura.
Las herramientas empleadas fueron y son impuestas por el FMI, el Banco Mundial, y el G7; así fue la desregulación total de la actividad económica, la privatización de las empresas de propiedad estatal, la desnacionalización de las empresas públicas, la apertura indiscriminada, la convertibidad, el achicamiento del Estado, el ajuste permanente, el déficit cero, el endeudamiento eterno,.
El presentado déficit fiscal, según el discurso neoliberal, obedecería básicamente al mal desempeño de las empresas públicas, atribuyendo el problema a la evasión impositiva y al mal manejo del Estado, por lo que la culpa sería de los empleados públicos, los jubilados y los malos ciudadanos, desde su condición de trabajadores de pequeñas y medianas empresas, comerciantes, trabajadores autónomos, monotributistas, etc., burlan al fisco provocando el déficit fiscal que soporta el país. Hay que aclarar aquí que las grandes empresas, especialmente las extranjeras, nunca fueron blanco de investigaciones por elusión de tributos. Es cierto que la cultura tributaria argentina es escasa, pero también es cierto que los pequeños empresarios y la mayoría de los trabajadores independientes, acorralados por la carencia o el elevado costo del crédito y también a veces por la contracción de los mercados. burlan al fisco como única forma de financiar sus actividades, mientras que los sectores de más altos ingresos, tienen una presión fiscal mucho menor. Además hay que aclarar que los argentinos destinan cada vez más impuestos al pago de los intereses de la deuda.
La perversa interacción entre endeudamiento, déficit fiscal y comercial se combinó con procesos de degradación que abarcaron el aparato estatal y al conjunto de la sociedad. El Estado redujo su dimensión y peso económico, quedando sometido a las manipulaciones del capital financiero internacional y a los grupos económicos concentrados locales; las privatizaciones se convirtieron en desnacionalizaciones ya que numerosas empresas locales pasaron a manos de capitales extranjeros. Hay que recordar que los representantes de fondos privados de inversión resumen sus exigencias para hacer negocios en la Argentina a la obtención de retornos anuales que superan el 30 %. Esto queda confirmado con los beneficios obtenidos por las empresas que hoy manejan los servicios públicos, o las grandes ganancias obtenidas por los grupos financieros a través de la pesificacion y medidas que convierte deuda privada en pública.
El ciudadano que paga comunicaciones telefónicas al doble de los precios internacionales, intereses usurarios por atrasos en sus tarjetas de crédito, insólitas comisiones a las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones, o es golpeado por las arbitrariedades de las empresas eléctricas u otras que cobran mucho e invierten poco o nada, quedó sometido a la lógica depredadora que solo puede ser ejecutada con la complicidad de los gobiernos.
Argentina se encuentra en una profunda recesión única en el mundo, aplastada por sus deudas, empobrecida y con su aparato productivo profundamente degradado. Si bien una parte de esta situación se debe a factores externos no podemos dejar de considerar el grado de intervención que han tenido las estructuras locales de poder. La transferencia de recursos fiscales, convergente con la desarticulación de la seguridad social, si bien fue presionada por el FMI, el Banco Mundial y grupos financieros internacionales, no es poco cierto que la decisión final fue de nuestro gobierno, con el apoyo por acción u omisión de los dirigentes de distintos sectores nacionales. Esta dinámica implica aceptar el esquema colonial y resignar nuestro poder de decisión o soberanía interior, con todo lo que ello implica en los niveles político, económico y social. La deuda externa se triplico, la mayor parte del patrimonio publico se ha vendido y desnacionalizado, las exportaciones siguen siendo productos primarios o con un mínimo valor agregado, pero tecnológicamente atrasadas. La estructura energética, educativa y sanitaria se han degradado profundamente. La clase política está deslegitimada y, por sobre todas las cosas, hay una profunda crisis de representatividad.
Lo anteriormente explicitado en apretada síntesis implica lisa y llanamente una nueva colonización, no necesitando para ello intervenciones militares, ni ocupación territorial como en la época del imperio anglosajón, sino que se realizan por las acciones de los organismos internacionales de crédito, el capital financiero global, los grupos locales concentrados, y la complicidad gubernamental.
Desde la óptica neoliberal no hay margen de maniobra para otro tipo de política; estamos frente a la idea del pensamiento único, hegemónico, pero hay que decir que hay otras alternativas. Él déficit fiscal podría reducirse mediante una acción enérgica contra la evasión de las grandes empresas y una reforma tributaria que aumente la carga a los sectores de altos ingresos. Hay que reimplantar las contribuciones patronales, recuperando los aportes de los asalariados para el sector público, evitando de esta manera la obscena transferencia de ingresos hacia las AFJP. Se necesita un sistema de contribuciones escalonadas prioritariamente diseccionadas hacia las grandes empresas, para que el incremento de las cargas patronales no afecte a las medianas y pequeñas empresas por ser las principales creadoras de empleo. También se debe reimplantar el salario universal de modo que aquellos que están por debajo de la línea de pobreza dejen de estarlo, estableciéndose una política activa de inclusión, y además permitiría que se logre autonomía en cuanto al gasto, de forma que dejen de ser presas de prácticas clientelísticas. El País debe recuperar su capacidad de intervención positiva estableciendo ventajas crediticias para las pymes, y se debe reducir la carga fiscal de los grupos de menores recursos mejorando su nivel salarial. Se trataría de un proceso de políticas activas para reactivar la demanda; con estas medidas de corto plazo hay que implementar políticas de largo plazo, y estratégicamente urgentes, como el desarrollo en manos del Estado de la energía, la educación pública, la salud y la vivienda económica. Todo lo anterior apunta a una justa redistribución del ingreso, la defensa de la producción local, y el mejoramiento de las finanzas publicas, diversificando también el comercio exterior con la incorporación tecnológica.
Propuestas de este tipo implican una reconstrucción del Estado y de la sociedad. Requiere redefinir el papel de las grandes firmas extranjeras, la especulación global de la economía, la anulación de contratos de concesión y la modificación de la situación jurídica actual de las empresas privatizadas, que hoy funcionan con beneficios obscenos. La falta de ideas, o mejor dicho la miseria de las mismas, aumenta el desapego de la ciudadanía por la clase política, produciendo la llamada crisis de representatividad y deslegitimación de la dirigencia, sea esta política, empresarial o sindical.

2.
El modelo energético alternativo:
La energía como derecho humano esencial
Los derechos humanos definidos como las libertades primarias (el derecho a la vida, los derechos políticos, en el sentido histórico del termino) son incompletos. Hay derechos irrenunciables, como el acceso al trabajo, a la cultura, a la información, a una vivienda digna, a un salario universal (para que ningún ciudadano quede por debajo de la línea de pobreza y a través del mismo tenga la suficiente autonomía para no caer en manos de políticas asistenciales falaces y mentirosas que lo arrojen en manos del asistencialismo político), a la educación, a la salud.
Todos estos derechos hoy se encuentran internalizados en cada uno de los ciudadanos de nuestro país; pero hay uno, el derecho a la energía, que ha sido dejado ex profeso de las mesa de discusión, como la propia energía nacional y que por eso no ha sido tomado como razón de Estado, siendo básico para poder dar cumplimiento a los otros derechos mencionados.
La energía es a la infraestructura básica de un país, como lo es la educación al desarrollo. El acceso a la energía permite que se cumplan otros derechos, como la prevención de la salud y la plena capacidad de aprendizaje. Sin energía no hay industria, sin industria no hay fuentes de trabajo, sin trabajo no hay dignidad, sin dignidad no hay justicia, y sin justicia solo hay impunidad.
Es necesario la formulación de un nuevo modelo de país, de una nueva estructura social, de nuevas metas nacionales y regionales que implique un contrapoder a la hegemonía imperial que permita a nuestros países liberarse de la voracidad del poder económico globalizado.
Hay que construir una nueva concepción de la unidad Latinoamérica, refundar el Mercosur sobre las bases de atender las necesidades de sus pueblos lo que haría crear un bloque económico y cultural sin precedentes, como paso hacia la integración bolivariana como forma de luchar por la plena independencia y el crecimiento de sus habitantes.
Esto es una condición básica y primordial para tener masa crítica para los cambios necesarios, en nuestro País y en la región, con el fin de impedir la repetición de intervenciones armadas y golpes de Estado instrumentadas por los países centrales. Es necesario precisar algunos requisitos que el sector energético y el Estado deben concretar, en el marco de la crisis por la que pasa nuestro País, y esos deben ser aquellos que privilegien el desarrollo de los intereses nacionales dentro de un contexto regional que beneficie a los países y no a los grupos económicos concentrados, que sean geográficamente equilibrados y socialmente equitativos.
Las políticas de Estado aplicadas por el actual gobierno benefician a los grupos económicos de siempre volviendo a producir una feroz transferencia de ingresos de los que menos tienen hacia los que más poseen, licuando las deudas de las empresas, para una nueva estatización de la deuda privada que caerá nuevamente sobre las espaldas del pueblo.


3.
Condiciones a cumplir para un desarrollo energético nacional

De las profundas crisis, como la que estamos viviendo, también surgen las grandes oportunidades, para lo cual hay que tener la suficiente movilidad y capacidad de acción para poder aprovecharlas. En nuestro sector energético, a través de numerosas organizaciones se está desarrollando a lo largo de todo el país, la tarea de concientizar a la sociedad sobre el tema energético enarbolando la bandera de la energía como derecho humano esencial, sin el cual no pueden existir otros derechos: La renta que hoy produce el sector es beneficio absoluto de los grupos económicos que la colocan en los centros financieros internacionales. Esta renta debe volver a la Nación para que el Estado la oriente a la producción industrial y agropecuaria, a las actividades de alta tecnología y valor agregado, y a la creación de nuevos puestos de trabajo.

La fragmentación operada a favor de las empresas en el campo energético convirtió al servicio público estratégico y sensible en una simple mercancía generadora de negocios de altísima rentabilidad. Este modelo no responde a la naturaleza física de los sistemas, ni a los requisitos de seguridad y de reservas, ni a un óptimo económico en la operación de los mismos. Se debe retomar la planificación centralizada, la que implicaría crearse una institución de alta calificación técnica y científica que revise y supere la situación actual del sector.
Lo anterior indica claramente que deben revitalizarse las instituciones de investigación y desarrollo de ciencia básica y aplicada, que fueron desactivadas por el neoliberalismo nativo, en particular las relacionadas con el sector energético: CNEA INCYTH, INTI, CONICET, el laboratorio de YPF, etc. Se deberán crear nuevos organismos para la protección del medio ambiente, el estudio del clima, la investigación, producción y puesta en operación de fuentes alternativas y, en general, para la utilización racional de la energía. La formación y capacitación de excelencia es prioritaria para el sector, debiendo ser ésta una actividad prioritaria del sector por sí o por convenios con centros tecnológicos de avanzada y universidades en todo el País.
La situación que se describe significa recuperar para el pueblo las palancas fundamentales para el desarrollo de la Nación y de cada una de sus provincias y regiones: como los recursos energéticos, la moneda, la banca oficial, las comunicaciones, el transporte. La energía deberá manejarse mediante un ente federal de planificación y regulación para que solvente los proyectos, emprendimientos y el equipamiento tecnológico del sector, y todo lo relacionado con la preservación ambiental.
Por lo anterior se sobreentiende que lo que sé esta describiendo es una estructura planificada del sistema energético, que rechaza la desregulación del mismo y los seudos sistemas regulatorios destinados al beneficio de las empresas concesionarias, lo que implica el abandono de la actividad en manos de monopolios y oligopolios, solo interesados en la maximización de sus ganancias.
En ente a crearse debe integrar a los sectores dinámicos de la sociedad y del Estado: las Universidades nacionales, los usuarios, los trabajadores representantes del comercio, la industria y el agro.
Hay que eliminar el concepto de “commodity” que se ha intentado introducir para los bienes energéticos, aplicado al conjunto de los recursos no renovables, susceptibles de exportación, y debe reimplantarse el uso conservativo de las fuentes primarias, reconociendo que por su carácter estratégico y escaso pertenece a varias generaciones de argentinos. La explotación de las mismas debe excluir los contratos de concesión, perimidos mundialmente hace mas de cincuenta años en el sector petrolífero.
Ello implica darle impulso a todo aquel emprendimiento energético que utilice recursos renovables, no solo mediante emprendimientos a nivel País sino integrándonos con otros países de la región a través de interconexiones y producciones conjuntas.
Vale a la altura de este desarrollo, a manera de ejemplo, detenernos un poco y hacer mención a la privatización más desastrosa, leonina y perjudicial para el pueblo, como fue la de YPF: desde que se privatizo Y.P.F su política empresaria consiste en, explorar poco, extraer mucho y exportar lo máximo posible, mas allá de lo que permite un manejo racional y prudente de un recurso natural no renovable y escaso. Argentina, tiene reservas comprobadas para 9 años, contra 14 de Brasil, 32 para Ecuador, 45 para México y 67 para Venezuela.

Estos son aspectos de privatización ruinosa del país, que compromete seriamente sus reservas y pone en cuestión todo el proceso privatizador.

A Argentina le cuesta producir un barril de petróleo en promedio alrededor de 3 dólares incluyendo los costos de exploración, que las empresas privatizadas no realizan haciendo uso de las inversiones anteriores. Sin embargo, la empresa vende en el mercado interno al precio internacional de 27 dólares (lo ha vendido a 35 dólares el barril), lo que impacta en el elevado precio de la nafta que el consumidor debe pagar como uno de los más altos del mundo. Los argentinos pagamos la nafta como si este país fuera importador de petróleo o de combustibles.

Como recurso natural no renovable es fundamental aplicar a la explotación petrolera un criterio de desarrollo nacional y de reparto equitativo entre las generaciones. No es justo que para obtener el mayor lucro posible tan rápido como se pueda, se deje a un país sin reservas y a las generaciones futuras sin recursos. No es posible que la renta del recurso nacional sea apropiada por las empresas concesionarias.

Es probable que nuestro país se quede sin petróleo en pocos años, no solo como efecto de una política absurda de gobierno sino para que, lo que es peor aún, para que Repsol obtenga más ganancias.

Es necesario y urgente, ya que existen fundamentos más que valederos, revisar y anular todos los contratos de privatización, con miras a que la sociedad rescate de las manos de estas empresas concesionarias que maximizan los beneficios inmediatos a costa del agotamiento de nuestras reservas. Siguen remiten enormes ganancias que transfieren a sus países de origen para sus colocaciones financieras sobre la base de la depredación de nuestros recursos naturales.

La creación de un ente federal ( Empresa Nacional de Energía) como el que mencionamos anteriormente, que hoy no existe, que incluya el ciclo de los hidrocarburos y las demás fuentes energéticas, resulta fundamental aún con la existencia de las empresas del Estado.

Estamos convencidos que si se investigara seriamente se explicitarán las conductas que incumplen leyes, lo que señalaría el carácter doloso de la privatizaciones energéticas.

La historia de la energía es la historia del hombre. El siglo xix fue el siglo del carbón, el xx y quizás el xxi sean los del petróleo. No por casualidad tres petroleras están entre las 10 empresas más grandes del mundo. En su momento la YPF estatal fue una de las 50 más grandes.

Al siglo 21 se lo ha definido como el siglo del conocimiento y de la creatividad. Estos recursos de la energía intelectual son las más preciadas ventajas relativas de un país, y si se combinan con otros, como la abundancia de alimentos y de recursos energéticos, visualizamos perspectivas potenciales de desarrollo que nuestro país tiene en la medida que tomemos conciencia, como parece indicar la irrupción bellamente caótica del pueblo ocupando las calles y diagramando asambleas populares donde se esta debatiendo los principios de una nueva sociedad que esperamos más democrática, más justa, más solidaria y más participativa.

En lo inmediato es posible construir nuevos espacios, que faciliten acciones más profundas sin poner limites a las posibilidades de grandes transformaciones futuras, como serán las nacionalizaciones de los recursos energéticos.


4.
Veinte propuestas dirigidas a un modelo energético alternativo

1.- Nacionalización de las fuentes de energía sobre la base que su dirección y control deben estar en manos del pueblo. Es decir que se establezca el control social en un sentido amplio para que se ejerza el control a través de la inserción de los trabajadores, de los consumidores, del parlamento nacional, de las jurisdicciones provinciales, de las universidades nacionales y otros organismos competentes del ámbito comunitario.


2.- Declaración de que los bienes energéticos son esenciales y estratégicos para la Nación argentina, y que las actividades petroleras, gasíferas y de energía eléctrica son servicios públicos.


3.- Intervención inmediata de todas las empresas privatizadas del sector energético.


4.- Prohibición de la remisión de las ganancias de las empresas energéticas al exterior y obligación de invertir en el país.


5.- Creación de un ente federal planificador e integrador de la energía nacional con participación activa de los sectores dinámicos de la sociedad.


6.- Anulación de la libre disponibilidad de los hidrocarburos.


7.- Anulación del beneficio especial que conservan las compañías petroleras y gasíferas en quedarse con el 70 % de las divisas de sus exportaciones.


8.- La gestión sobre las reservas, los volúmenes de producción y la formación de precios de comercialización corresponden al Estado nacional.


9.- No se privatizarán las centrales hidroeléctricas y las centrales nucleares aún en poder del Estado nacional.


10.- Finalizar con la dilapidación del gas natural que significan las exportaciones hacia el exterior, proyectadas o en ejecución. Accionar contra el sobre equipamiento de generación eléctrica sobre la base de turbinas de gas de ciclo combinado.


11.- Desarrollar una política de aprovechamiento de los recursos carboníferos en función de las nuevas tecnologías, debiendo los Estados nacional y provinciales retomar la conducción estratégica en esta actividad, repotenciando el desarrollo minero y garantizando el mercado nacional para la producción carbonífera con el fin de lograr un recurso armónico en la utilización de los recursos energéticos. Frente al manifiesto fracaso y retiro de las empresas privadas que negociaron con la privatización del carbón de Río Turbio, y antes que la Nación y la provincia de Santa Cruz se hagan cargo de todos los gastos de mantenimiento laboral, se debe exigir el pago del fracaso privatizador a dichas empresas concesionarias.


12.- Rechazar la tercerización que busca formar estructuras paralelas de servicios donde la variable de ajuste es el trabajador contratado con sueldos depreciados y bajo regímenes de otras actividades ajenas al sector energético.


13.- Prohibición del corte de los servicios esenciales (electricidad, agua, gas y servicios sanitarios) por falta de pago a causa de incapacidad de pago, teniendo en cuenta que en nuestro país viven mas de 18 millones de personas debajo de la línea de pobreza. Se deberá promover, planificar y desarrollar la infraestructura necesaria para que en el plazo más breve posible toda la población tenga acceso a los servicios esenciales. Se establecerá la TIS (Tarifa de interés social) en los servicios públicos esenciales y se fomentará el cooperativismo en la distribución de los bienes energéticos.


14.- Las tarifas deben estar en correspondencia con los costos internos y no con los precios internacionales, y permitirán las condiciones de reindustrialización del país.


15.- Reducir las exportaciones de tal modo que se aseguren niveles de reservas de petróleo crudo y gas compatibles con la demanda de los próximos años. Las exportaciones deben garantizar los bienes transferidos cuenten con el máximo valor agregado posible. Es más conveniente y correcto exportar electricidad y no gas o diesel para su generación en el extranjero.


16.- Centralizar toda la gestión científica en un solo ente nacional dedicado a la gestión, investigación, y uso racional para todos los tipos de energía que permita un balance energético óptimo que permita fijar las prioridades y el plan de inversiones.


17.- Creación genuina de nuevos puestos de trabajo y que la incorporación de nuevas tecnologías signifique mejorar las condiciones laborales y la reducción de la carga horaria sin merma salarial.


18.- En función del bajo costo y de la gran cantidad de reserva de agua turbinable disponible en el país, promover el estudio y la construcción de centrales hidroeléctricas, apoyado en estudios rigurosos para minimizar los impactos ecológicos.


19.- Reforzar la investigación y el desarrollo de la energía de origen nuclear, enfatizando las prevenciones acerca de los residuos nucleares y su tratamiento que aseguren los derechos de las nuevas generaciones.


20.- Crear un ente regional en el Mercosur que sea responsable de establecer la coordinación del balance energético regional, las prioridades del sector, el desarrollo de nuevas fuentes y las previsiones de consumo de los próximos años.

Monday, October 09, 2006

Contradicciones Energéticas: ¿El modelo prolijo?

Por Cr. Gustavo A. Calleja

El actual gobierno no ha definido aún su rumbo energético; declaraciones y resoluciones contradictorias así lo muestran. En términos “tinguitelianos”, un día está para el monolito y otro para la lápida.Tampoco lo ayudan los antecedentes, pues recordemos que el actual Presidente contribuyó con el avión de la Gobernación para enviar al entonces lesionado Diputado Rafael Flores, y obtener el quórum necesario para comenzar la sesión que culminó con la sanción de la Ley Nº 24.145, de Federalización del Subsuelo y Privatización de YPF. Posteriormente, celebró entusiastamente el ingreso de Repsol al país. Recordemos también que en enero de 2002, los senadores y diputados de Santa Cruz (al igual que los restantes de las provincias petroleras) votaron contra la aprobación de la actual Ley de Emergencias Pública Nº 25.561 que, entre otras cosas buenas consagró la imposición de derechos aduaneros sobre las exportaciones de hidrocarburos y sus derivados; anuló las indexaciones de tarifas en base a indicadores de EE.UU.; dispuso la revisión total de los contratos de servicios públicos derivados de las privatizaciones, actualmente en marcha. Además, congeló las tarifas, otorgó al Poder Ejecutivo la facultad de fijar precios máximos u oficiales, modificó la ley de Convertibilidad, derogando la paridad un peso, un dólar, y autorizando al BCRA a emitir moneda sin relación con el stock de reservas. No debemos olvidar que todos los gobernadores de las provincias petroleras encabezaron, conjuntamente con las petroleras, una “rebelión” en contra de la efectiva aplicación del derecho a las exportaciones mencionado.Asumido el poder, vemos con satisfacción las declaraciones presidenciales rechazando presiones de los grupos económicos y la firme voluntad del nuevo gobierno de revisar gran parte de los contratos de las privatizadas, al igual que la contratación de FLACSO y la digna conducta seguida ante los grupos económicos en la gira europea.También consideramos correcta la desautorización a las declaraciones pro-empresarias del Vicepresidente, así como la sanción de la Resolución Nº 240 de la Secretaría de Energía modificando –provisoriamente- el procedimiento de cálculo del precio del Mercado Mayorista Eléctrico, que provocó una sensible disminución del mismo y mostró el inicio del camino para terminar con las fabulosas superutilidades creadas desde 1992 a favor de los generadores, bajo el “cuento técnico” del precio marginal o último precio ofertado.Asimismo vemos con agrado la apertura del diálogo con sectores que tenían vedado el acceso a las secretarías y ministerios. La rebaja del precio del gas licuado, que beneficia a los sectores más desposeídos, constituye un hecho indiscutiblemente positivo, al igual que la firmísima actitud ante el extraño apagón de Edesur y la depuración de la Corte, que abre las puertas a la presentación de denuncias sobre grandes ilícitos energéticos del menemismo y el delarruísmo.En contraposición, podemos señalar los siguientes hechos como preocupantes: a) Las declaraciones de la senadora Kirchner aceptando las privatizaciones y rechazando cualquier tipo de reestatización, que implican que para el Gobierno es lo mismo la prestación de un servicio público que la administración estatal de los hidrocarburos. b) La excepción hecha por el Presidente con los dos empresarios petroleros más importantes, Blanco Balín de Repsol, que se hizo conocido en el Senado en la época de los senadores Cantarero y Melgarejo, y Oscar Vicente de Petrobras. c) La inmediata sanción del Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 311 (sin que existiera ninguna necesidad y menos una exigencia) otorgando a las provincias áreas petroleras no explotadas. Este otorgamiento implica la profundización de la política energética implementada y aplicada por Menem, Dromi, Cavallo, Manzano, De la Rúa, Machinea, etc... Y refleja todo lo contrario de las posiciones nacionales que distinguieron a Yrigoyen, Alvear, Mosconi, Perón, Canessa, Illia... d) La no inclusión en el Decreto de Revisión de los contratos petroleros derivados de los Decretos Desreguladores de 1989 y de la Ley Nº 24.145, e) La convalidación de un acuerdo con los precios de los combustibles líquidos, basado en la aceptación del concepto de las grandes petroleras de considerarlo un commodity, que deriva en la aplicación del precio internacional y no del costo interno. Además, el valor acordado de u$s 28,50 el barril convalida una ganancia fenomenal, pues el costo local es de, aproximadamente, u$s 5/barril, f) Las declaraciones tendientes a la sanción de una nueva Ley de Hidrocarburos que consolide la neoliberalización energética menemista y sirva de herramienta de blanqueo a los mayores ilícitos de la historia económica argentina, g) La actitud complaciente con los hechos emblemáticos de corrupción, tales como Yacyretá y Loma de la Lata, que no se compadecen con la decidida acción emprendida en el PAMI. La utilización de nuestro derecho constitucional de peticionar a las autoridades y el ejercicio de todos los que nos pertenecen como ciudadanos son elementos de los cuales debemos valernos para que el buen camino prevalezca sobre el malo. También debemos recordarle al gobierno que aquellas leyes que permitieron la depredación energética que padecemos son, sin duda, los instrumentos básicos en la creación de millones de compatriotas convertidos en desaparecidos sociales. Por consiguiente, no cabe ni la más mínima convalidación de sus disposiciones.

Saturday, September 09, 2006

El caso argentino y la revisión de los contratos de servicios públicos

Por Cr. Gustavo A. Calleja

El sistema argentino neoliberal derivado de la Ley 24.965 y vigente desde 1992/3 muestra varios signos de su fracaso, a saber:
1) Desinversión:
Ninguna represa hidroeléctrica nueva se ha iniciado, mientras que el aumento de la generación se hace en base al consumo de combustibles fósiles, especialmente gas natural, que es contaminante (en menor medida que el petróleo), no renovable y para los argentinos escaso, en tanto y en cuanto hace a sus reservas como al aumento constante de la cantidad de habitantes que no tienen acceso al gas natural; y como la generación es una actividad de "interés público", los generadores no tienen ninguna obligación de invertir e incluso, se pueden retirar del negocio cuando lo deseen.
Además, a causa de los recientes reclamos de las generadoras en pos del aumento de sus tarifas, nos hemos enterado que la provisión de gas natural es altamente deficitaria durante todo el año, con lo cual podemos decir que ha muerto el "cuento" referido a que desde la privatización de Gas del Estado se había solucionado la falta invernal de gas. Recordemos que la carencia invernal en la provisión de gas natural fue disimulada mediante el artilugio tarifario de crear la categoría de "servicio interrumpible", a la que se la tarifaba con una apreciable diferencia en menos que la "no interrumpible".
Faltan líneas de alta tensión de la red nacional en todos los sectores del país, a pesar de ser el transporte un sector considerado servicio público. Ello se debe a que la Ley, que los obliga a prestar un buen servicio, no les marca la obligación de concretar determinadas inversiones, con lo cual la primera obligación -prestar un buen servicio- se desvirtúa totalmente; por ejemplo, la demora en construir la quinta línea que parte del Comahue provoca una insuficiente capacidad de transporte de la energía más barata que se produce y, al tener que ser reemplazada por térmica, la diferencia de costo se carga a la tarifas. Además, los contratos no se ajustan a las disposiciones de la Ley recién mencionada, pues los eximen de concretar las inversiones necesarias; es decir, podríamos sostener que prestan un servicio en calidad de contratistas o administradores de las líneas ya existentes.
En el sector de distribución, la única inversión importante realizada -la subestación Azopardo de Edesur- se quemó el día de su inauguración.
En síntesis, podemos afirmar que el sistema privatizado ha vivido de las inversiones de infraestructura que le dejó el sistema estatal. Es más, haciendo un gran esfuerzo de buena voluntad y dando por válidas las afirmaciones de las empresas privadas, durante los últimos diez años han invertido 12.000 millones de dólares, es decir 1.200 anuales; en los cinco años y medio del gobierno de Alfonsín, es decir los últimos del sistema regulado o estatal, a través de las empresas públicas, los Fondos Energéticos y partidas del presupuesto nacional, la inversión total fue de 15.000 millones de dólares, lo que significa, aproximadamente, 3.000 mil dólares al año, es decir, el triple. Los planes de inversión aplicados habían sido preparados en las empresas estatales y se encontraban a la espera de su puesta en marcha, tal como sucedió en 1945 con el gas natural y en 1963 con el plan hidroeléctrico; esta faceta planificadora de las empresas públicas es premeditadamente ignorada porque marca una diferencia substancial con el modelo neoliberal, que solamente planifica las ganancias empresarias. Tal nivel de inversión no se compadece con los cortes de generalizados cortes de energía de 1988 y 1989, ocasionados en los recortes presupuestarios que el equipo neoliberal de Sourrouille sometió a SEGBA en sus partidas destinadas a mantenimiento; esto demuestra la importancia de las decisiones que afectan al sector energético, que nunca deben ser adoptadas con criterios de caja, a los que son muy proclives los secretarios de Hacienda. Tengamos presente que hasta 1989 teníamos en vigencia un sistema similar al francés, nacido en 1945, integrado vertical y horizontalmente, regulado íntegramente por el Estado Nacional a través de la acción de la sec retaría de Energía que cumplía las funciones de un holding, con relación a sus empresas Agua y Energía Eléctrica, SEGBA e Hidronor.
Si bien el actual gobierno nacional ha descartado de plano la reestructuración del sector y se ha inclinado por "emprolijar" el actual modelo -con lo cual las falencias seguirán- la actual Comisión Renegociadora de Contratos deberá determinar claramente qué se entiende por gastos de mantenimiento, mejoras capitalizables y nuevas inversiones.
2) Incrementos tarifarios de significación:
Estos aumentos tratan de disfrazarse diciendo que desde 1992 el precio de la electricidad ha bajado sensiblemente; lo que no hacen ni dicen, es que esas bajas se produjeron luego de los aumentos espectaculares que se iniciaron en julio de 1989, medidos a valores constantes. Esta conducta fue un común denominador en todas las privatizaciones. Recientemente, los defensores del Modelo -empresas y consultores vinculados a ellas- promueven la segmentación de las tarifas, como una forma de evitar aumentarlas a los usuarios cautivos de menores ingresos y cargarlas compensativamente a los otros consumidores; justamente, esa segmentación que beneficiaba a los usuarios de menores consumos, fue lo primero que suprimieron en 1992, pues estaba inserta en los cuadros tarifarios de las empresas estatales. Asimismo, entre los años 1993 y 1995, también fueron suprimidas las tarifas especiales que desde 1988 beneficiaban a jubilados y pensionados en gas y electricidad.
La acentuada dispersión tarifaria vigente, originada por la desaparición de la política rectora a nivel nacional que implementaba la Secretaría de Energía, implicó el abandono de criterios relacionados con el desarrollo socioeconómico regional.
3) Calidad del Servicio:
Es común escuchar de los defensores del actual modelo que ha disminuido sensiblemente la cantidad de cortes, estando esta afirmación referida al área metropolitana. En principio, cabe expresar que anteriormente todos los cortes se publicitaban, tanto los imprevistos -que eran muchísimos menos y significativamente más cortos- como los programados. No existieron en la era estatal interrupciones imprevistas y tan prolongadas como las de Edesur de 1999 y las originadas en las nunca aclaradas caídas de las torres de las líneas troncales del Comahue. Premeditadamente se oculta que los cortes del final de la era energética estatal obedecieron a causas imputables, tales como la falta de mantenimiento adecuado de las centrales térmicas metropolitanas, pero también a imponderables como la baja del Río Uruguay que afectó a Salto Grande o la reparación inevitable de El Chocón o la salida no programada de las nucleares. Los actuales y permanentes cortes sectoriales en el área metropolitana son innumerables y nunca fueron solucionados, pero lamentablemente no trascienden en la prensa nacional; tal es el caso de La Plata y sus alrededores.
4) Costosa descoordinación técnico operativa:
Los argentinos estamos esperando que alguien nos explique, por ejemplo, cuales son los motivos por los cuales se descuartizó a SEGBA en cinco generadoras y tres distribuidoras; las apelaciones a la competencia comparativa son ridículas y risibles, pues la única forma que un usuario cautivo -mal llamado cliente- puede, por ejemplo, ejercer su derecho de optar, cambiándose de Edenor a Edesur, es mudándose. Ya señalamos que esta separación no obedece a razones técnicas sino de negocios entre los grupos que se beneficiaron con las privatizaciones; sus costos, tanto los de descoordinación operativa como los administrativos los terminamos pagando el usuario en la calidad del servicio y en las tarifas. Ejemplificando en el área metropolitana, nos podemos preguntar: ¿cómo es posible que el extenso apagón de Edesur de febrero de 1999 los vecinos de la Avenida Córdoba sitos en la vereda de los pares tuvieran luz y los de enfrente no? ¿Por qué debemos pagar en las tarifas los altos costos de tres presidentes, tres directorios, tres comisiones revisoras de cuentas, tres planteles gerenciales, etc? El tema internacional, mejor dicho el colapso del modelo eléctrico del Banco Mundial, nos recuerda los cada vez más recientes apagones imprevistos que nos afectan y nos conduce nuevamente a la revisión de los contratos, pues ante un esquema estructural irracionalmente disparatado y costoso, por más que se mejoren los convenios vigentes y se controlen seriamente a las empresas actuantes, seguiremos teniendo problemas, tanto presentes como futuros.Profundizar la revisión y tocar todos los temas estructurales concernientes a los sistemas gasífero y eléctrico, constituye una imperiosa necesidad. Tampoco puede olvidar el Gobierno que cualquier revisión de los contratos de servicios públicos quedará incompleta si no se toca el sector petrolero, cuyos contratos han sido excluidos de la revisión a pesar de ser los más importantes e irregulares. Si no se vuelve a considerar a los hidrocarburos como un bien estratégico e imprescindible para el desarrollo económico y social de los argentinos y se regulan, cuanto menos sus precios, los problemas de las tarifas públicas de luz y gas seguirán vigentes eternamente, pues en la base de la sumatoria de sus costos se encuentran los precios en boca de pozo del petróleo y el gas

Tuesday, July 05, 2005

“Vamos a tener crisis energética por mucho tiempo”

El ex funcionario de Energía estimó que se debe “reestructurar el sector”.

El ex subsecretario de Combustibles, Gustavo Calleja, pronosticó que la Argentina va a tener “crisis energética por mucho tiempo” al advertir que no se están realizando “las inversiones necesarias ni existe un plan nacional” para garantizar el suministro. “Se está manteniendo el modelo que instauró Carlos Menem, con algunos parches”, definió y explicó que el gobierno nacional debería haber “reestructurado el sector” energético, incluyendo las tarifas. Para Calleja, el precio del combustible no debe seguir los precios internacionales, estableció la necesidad de que se invierta en exploración y en la construcción de gasoductos troncales y que se acoten las exportaciones. “Argentina tiene que autosuficiente. Para eso tiene que cortar con las exportaciones. Si no tenemos gas, y no tenemos reservas, tenemos que incrementar la capacidad de transporte y no exportar más gas a Chile ni a nadie”, ejemplificó. “El 40 por ciento de la Argentina más pobre no tiene gas, el noreste, y estamos exportando. Esto significa que no se están explotando regionalmente los recursos, sino que las empresas deciden cuánto van a extraer”, analizó. En ese sentido, reclamó la necesidad de que el Estado “recupere” las áreas de explotación y tenga “una empresa estatal fuerte, como tienen Chile, Brasil, Colombia, Venezuela, México”. “Hay que invertir 3 mil millones de dólares por año durante los próximo 15 o 20 años. Se deben hacer dos gasoductos troncales, dejar de exportar, invertir en exploración, regular los precios”, enumeró, en una entrevista con Asteriscos.Tv, por canal P+E. El ex funcionario puntualizó que “primero hay que salir del precio internacional, que no se aplica en ningún país del mundo que se autoabastece” y enfatizó que la Argentina necesita “una empresa estatal con poder, que maneje el petróleo, el gas, las reservas”. “Si no se produce más gas y petróleo, si además no hay capacidad de transporte, se sigue exportando porque es el negocio de las empresas y no se recuperan las áreas en infracción, estoy violando la Constitución porque no hay gas para las generaciones futuras, y la ley de Hidrocarburos que me obliga a abastecer a toda la población”, indicó. Calleja concluyó: “Es una cuestión de decisión política del gobierno que, hasta ahora, lo único que hace es la venia a las empresas privadas”.

Wednesday, December 15, 2004

Fernando Solanas participó de la mesa redonda “El petróleo y los recursos naturales” en el Goethe

El Día del Petróleo Nacional, Fernando Solanas participó de la mesa redonda “El petróleo y los recursos naturales en Latinoamérica” en el Instituto Goethe de Buenos Aires. Esta conferencia reunió también a la mexicana Ana Esther Ceceña (intelectual profundamente ligada al zapatismo), el boliviano Oscar Olivera (vocero de las coordinadoras para la Defensa del Agua y la Recuperación de los Hidrocarburos), y a los argentinos José Pepino Fernández (UTD-Mosconi), y Eduardo Basualdo (economista). Se trazó un panorama sobre los resultados de la privatización petrolera y su viscosa continuidad en el gobierno de Kirchner. Qué se dijo en ese encuentro: la definición sobre "el sistema argentino", y la inquietante sensación de que la sociedad mantiene -frente a demasiados temas- una resignación levemente suicida.“Lo que hace la Argentina es igual que decirle a los empresarios: entren a los bancos, bajen a los tesoros, lleven las divisas que necesitan ustedes, ciudadanos tan honrados como nuestros petroleros, que siempre han sido honestos y pacíficos, y digan por declaración jurada cuánto se llevaron. Nadie los va a controlar. Ese es el sistema argentino. Una vergüenza” -dijo Fernando "Pino" Solanas indignado-, y prosiguió: 'Y esto lo sabe el señor Kirchner que mantiene a un conjunto de funcionarios que vienen del riñón de las privatizaciones. Es un escándalo, una inmoralidad. La energía es un bien social, un derecho humano. La energía debe democratizarse'. Tal el tono de la conferencia El Petróleo y los Recursos Naturales en la Lucha Emancipatoria, convocada por el propio instituto, Alerta Argentina, y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso). Escuchando esa definición sobre "el sistema argentino" había unas 150 personas, y un panel fuerte: Ana Esther Ceceña, intelectual mexicana profundamente ligada al zapatismo, Coordinadora del Grupo de Trabajo 'Hegemonía y emancipaciones' de Clacso y directora de la revista Chiapas, de México. El boliviano Oscar Olivera, secretario general de la Federación de Fabriles de Cochabamba, vocero de las coordinadoras para la Defensa del Agua y de la Vida, y por la Defensa y Recuperación de los Hidrocarburos. José "Pepino" Fernández, de la UTD de General Mosconi, Salta, piquetero y ex petrolero que acumula 76 procesos en su contra iniciados por jueces afines a las petroleras. Eduardo Basualdo, director de la Maestría en Economía de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y Fernando Solanas. Como moderadora, Maristella Svampa, investigadora docente de la Universidad de General Sarmiento y del Conicet, miembro además de Alerta Argentina. Luego hablaron también Mario Rearte, Pablo Bertinat y Ariel Ruiz.LA MAYOR CHATURA CULTURALPino Solanas dijo que estamos en la civilización del petróleo: Es un recurso importantísimo. No diría que el único, porque seríamos esclavos de lo irreversible, dado que el recurso parece ser que se acabará en 50 ó 60 años. El crecimiento demográfico mundial y el aumento de consumo de Estados Unidos y China, marcan ese medio siglo hasta que se llegue a un mundo sin petróleo. Sostuvo Solanas: Lo que nos sorprende es la ineptitud, la ignorancia o la complicidad militante de quienes nos han gobernado, y de quienes están también al frente de los organismos técnicos, incluso en el gobierno actual. La Secretaría de Energía está en manos de los mismos funcionarios y personajes que fueron ejecutivos activos en los peores momentos de la privatización del menemato.
Explicaciones para que ocurra lo que ocurre: Aquí reina la imbecilidad. Pocas veces hemos vivido un momento de tanta chatura intelectual y cultural. Somos víctimas de la derrota cultural que nos provocó el neoliberalismo y el posmodernismo en la década del 90, empezando por el Consenso de Washington, donde nada podía cambiarse, y cualquier idea de defender valores sociales o de lo público era anacrónica. 'Digo derrota cultural, que es más profunda que la política, porque es la derrota en las convicciones y en el sentimiento. Solanas expresó que la sensación que quedó fue la de que no había cambio posible, y que sólo existía la posibilidad de subirse al supuesto tren de la historia: En realidad, al último vagón de este tren carguero destrozado, penoso, corrupto e inmoral, pero que todos suponían que era el último que pasaba. Dijo que revertir esa noción es una tarea colectiva a la que, siguiendo su razonamiento, no se dedica casi nadie: Hasta hace poco en ninguna de nuestras universidades había un solo trabajo que explicara cuáles fueron las consecuencias sociales que tuvo una de las mayores bestialidades cometidas en la Argentina, además de la privatización del petróleo: la aniquilación del ferrocarril. Ninguna nación culta del mundo destruye su ferrocarril. Aquí, de 36.000 kilómetros de vías quedaron 8.000. Pagamos más subsidios que antes. Cerraron 800 estaciones, dejando 800 pueblos fantasmas, y miles de personas que se mudaron a la periferia de las grandes ciudades. Solanas detalló que todo eso se hizo con el aval de casi todos los medios de prensa, y que aún hoy el diario La Nación se indigna con cualquier cosa que se parezca a la reestatización ferroviaria: Hasta qué punto va el cinismo del diario del señor Escribano que se cuida de informar que los ingleses renacionalizaron sus propios trenes. La renta que dejaba el petróleo al fisco, aseguró Solanas, es idéntica a la que aportaban las provincias de Buenos Aires, La Pampa, y todas las de la Patagonia. Es como si una guerra nos hubiera cortado el territorio por la mitad. Pero ocurrió alegremente. Acá no hubo guerra. Acá hubo una acción corruptora de las petroleras. Y silencio, porque todo lo que pasó también fue por el bombardeo de los medios, en manos de comunicadores canallas y traidores que no eran ni periodistas, sino empresarios. Mencionó el caso del conductor de "A dos voces", Marcelo Bonelli, que escribió en 1984 el libro "Un volcán en llamas": Ahí denunciaba todos los contubernios de las corporaciones argentinas premiadas por la dictadura con contratos y concesiones tan canallas, que obligaban a YPF a comprarles la producción del petróleo que sacaban de la misma YPF, pero pagándolo a precio muy superiores. Así se construyó la fortuna de los Pérez Companc, que no tenían nada que ver con el petróleo porque eran navieros. De los Rocca, que estaban en la construcción, los Bulgheroni, grupos de acción y vaciamiento del aparato del Estado que vivieron de grandes subsidios, créditos y sobreprecios, y de la condonación de todas las multas que se merecían sus incumplimientos.¿CÓMO CRECIÓ LA DEUDA EXTERNA? Pino Solanas consideró que esta situación, que llamó Petrocracia es la que explica el fenómeno Menem, y una clave para entender parte sustancial del endeudamiento externo. En el menemato se traspasó una renta de 8.000 millones de dólares, que dejaba YPF. Como no existía ese dinero, que era el combustible que aceitaba y compensaba gran parte del desarrollo nacional, ¿qué hicieron? Pidieron deuda externa. El faltante de 8.000 millones, multiplicado por 10 ó 12 años, más el 10% de interés anual de la deuda, da 130 mil o 140 mil millones de dólares, buena parte de nuestra deuda externa. Agregó que la estafa actual consiste en que el precio del barril, en la Argentina, tiene como costo de producción 3 dólares pero por el acuerdo de las petroleras con el gobierno de Kirchner, lo hacen valer 28 ó 30. El consumidor argentino paga precio internacional: “’ESTAFA’, ese debería ser el título de todos los diarios”, se ilusionó Solanas. “El producto es enteramente nacional y no hay relación entre el costo y el precio, como en un mercado que fuera realmente desregulado y competitivo, y no un oligopolio”. Los salarios que pagan Repsol, Tecpetrol, y las otras petroleras, en cambio, no son de nivel internacional, con lo que la estafa se multiplica.¿CÓMO FUE POSIBLE TODO ESTO? POR LA DESINFORMACIÓN “Tenemos un pueblo que posa de saber mucho, sobre todo nuestra capa intelectual universitaria. Pero saben de lo que pasa afuera. Es un pueblo que no sabe lo que tiene, que no conoce el valor de su patrimonio. Confunde el patrimonio nacional con un conjunto de escuelas, unos bueyes y un monumento histórico. Confunde lo que es público, patrimonio y tesoro nacional, con el Estado. Y al Estado lo confunde con el gobierno. Y al gobierno, con el partido gobernante”.Frente a la creación de ENARSA (Empresa Nacional de Energía Sociedad Anónima), Solanas reconoce haber reaccionado positivamente: Era un paso importante, frente a la nada de un Estado imbécil, hijo de los pavotes, que no sabía ni cuánto petróleo tenía. Explicó que la desconfianza no puede ser el patrón único de relación, porque no se puede creer que nadie en la vida va a corregir sus acciones; si pensáramos así seríamos unos autoritarios espantosos.Dicho esto, y reconociendo que su agrupación MORENO quiso confiar en el gobierno, aclaró: Sin embargo, las señales son negativas. El primer contacto de ENARSA es con una empresa de Angola a la cual le vamos a ceder parte del sector marítimo. De esto no se sabe nada porque la desinformación sigue siendo brutal.Rechazó la idea de que no es posible efectuar cambios y puso como ejemplo al propio gobierno de Kirchner, que logró derrumbar las leyes de impunidad por los actos de terrorismo de Estado. “Pero la realidad se corta en dos o tres cuestiones. Decíme, hermano, fuera del verso, ¿estás o no por recuperar la renta petrolera? Somos dueños virtuales, pero queremos recuperar la renta real. ¿Estás de acuerdo, dirigente político, social o lo que sea? Si no, no perdamos el tiempo en hablar de otra cosa”.DE ILLIA A ONGANÍAPuso otro ejemplo de posibilidad real de recuperación: El petróleo puede recuperarse. Primero, hace falta decisión política. El presidente Illia lo recuperó enseguida. Desde el Congreso pidió, por razones de emergencia, desarrollo, económicas, jurídicas y demás, anular todos los contratos de Frondizi. Solanas informó que las regalías que cobra la Argentina, 12% son las más bajas del continente. Demostró entonces que en este momento ni siquiera haría falta apelar a la voluntad política o a los discursos soberanos: Si hoy se aplicara la ley vigente de hidrocarburos, que viene de la época de Onganía y Krieger Vasena), ley que en aquel momento calificábamos como horrorosa y hoy está a la izquierda de todo lo que vino después... si se aplicara esa ley las dos terceras partes de las concesiones petroleras se caerían. Que una ley de aquel gobierno hoy resulte casi revolucionaria, describe el estado de las cosas. Solanas relató una urgencia, la de los procesamientos contra la UTD de Mosconi, y en particular contra Pepino Fernández: En General Mosconi, la segunda cuenca de gas del país, el 70% de la población no tiene gas. Miles de hombres y mujeres enfrentaron a la Gendarmería, y vencieron en esas puebladas. Han sido jornadas de las más importantes en defensa del petróleo y de los desocupados. Y este señor tiene 76 causas llevadas por dos jueces que vienen de la dictadura y permanecen en la mafiocracia de Salta, uno de los gobiernos más ligados al narcotráfico. El del señor Juan Carlos Romero, ex candidato a vicepresidente de Menem. Y hay 600 procesados en Salta, y ahora también en Santa Cruz, donde hay compañeros que han sido torturados. Pero como estas luchas ocurren lejos de Buenos Aires, y en los diarios no puede leerse una sola noticia de lo que pasa en las provincias, nadie se entera de lo que pasa. Digo: acá hay que rodear a los trabajadores que protagonizan estas luchas en defensa de una ética nacional y de una ética social'. Concluyó: O somos solidarios, o lo nuestro es de la boca para afuera. Hay que ser solidarios y correr la misma suerte de estos compañeros que nos enorgullecen.Finalmente Solanas lanzó una idea: Hay que desarrollar el debate sobre cuál es el modelo de gestión que debe reemplazar al fracaso de las privatizadas. Ese es el tema de los temas. El gobierno no quiere abrir este debate como tampoco quiere apelar al instrumento enorme que ofrece la Constitución Nacional: el referéndum vinculante. Si en la Argentina se convocara al pueblo, si no se le temiera, se abriría la posibilidad de redemocratizar las instituciones y redistribuir con sentido social y democrático la renta que producimos.
*Extractos de la versión de La Vaca, la redaccion@argenpress.info, y de info@argenpress.info, que publicara el 27 de diciembre de 2004, sobre la mesa redonda que el día 13 de diciembre, Día del Petróleo Nacional, tuvo lugar en el Instituto Goethe de la ciudad de Buenos Aires.

Friday, October 15, 2004

" Perder oportunidades de recuperar soberanía pueden llevarnos a perder la Nación."

Carta al señor presidente de la República Argentina (nota publicada en página/12 el 15/10/04)

Al Señor Presidente de la República Argentina
Dr. Néstor Kirchner
S / D.

Perder oportunidades de recuperar soberaníapueden llevarnos a perder la Nación.

De nuestra mayor consideración:


Señor Presidente, como Usted lo ha afirmado en reiteradas oportunidades, las políticas aplicadas por quienes gobernaron a nuestro país en la década del 90’, por consejo o presión del F.M.I. y de los organismos multilaterales de crédito, nos llevaron a obtener como resultado catastróficas consecuencias sociales, políticas y económicas.
Los Tratados Bilaterales de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmados por Argentina en la década del 90’ son de alguna manera, el anticipo del ingreso del ALCA en nuestra patria. Sus cláusulas de “trato nacional”, de “trato más favorable” o de “nación más favorecida”, que figuran en casi todos los tratados - como en el firmado con EEUU - permiten que las empresas extranjeras que prestan servicios en Argentina, puedan presionar invocando esos tratados, para obtener beneficios especiales como por ejemplo renovación de contratos o aumentos de tarifas, con demandas ante Tribunales Arbitrales Internacionales, como sucede actualmente por más de u$s 16.000 millones, que se le reclaman a la República Argentina.
Es sabido que por más que exista voluntad de cambiar las políticas que se aplicaron en épocas anteriores, desactivar sus efectos no resulta fácil, ya que en muchos casos la ultra-actividad de las normas, les permite perdurar por largo tiempo. Por lo tanto resulta de suma importancia no perder oportunidad alguna, de reformar y reemplazar la legislación vigente con origen en esos años de infamia y entrega; como así también denunciar tratados con otras potencias extranjeras, firmados en esa época.
Es el caso del Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, entre Argentina y los Estados Unidos de Norteamérica, firmado el 14 de noviembre de 1991 y que entró a regir el 20 de Octubre del año 1994 por el término de diez años. El propio tratado establece que si alguna de las partes no notifica a la otra, su decisión de darlo por terminado, antes de su vencimiento, se producirá la renovación automática por otros diez años.
Los tratados a partir de la reforma de 1994 de la Constitución Nacional, se encuentran por encima de las leyes que legisla el propio Congreso de la Nación, disminuyendo la capacidad de ese poder y vulnerando, en algunos casos, funciones que le son propias, por imperio de la Constitución. Esto pone en riesgo al propio Sistema Republicano de Gobierno, sin olvidar, que en la historia de la vida de las naciones, aquellos países que pierden soberanía, corren serios riesgos de desaparecer como naciones libres y soberanas.
Estos tratados de inversión, resultan un instrumento que legaliza la subordinación del país a los intereses de los grupos económicos corporativos. Para poder salir de la lógica de las políticas económicas neoliberales implementadas en la década del 90, debemos denunciar los tratados de inversión extranjera como éste, antes de que se produzca su renovación automática.
Señor Presidente, no estamos proponiendo interrumpir relaciones económicas con E.E.U.U. sino simplemente dar por cumplido el tratado que firmara el Gobierno Menem y no renovarlo, para oportunamente de resultar necesario, firmar otro que resulte acorde a las nuevas políticas económicas y de inversiones que la administración actual desee impulsar. Por eso, como ciudadanos de una nación Libre y Soberana de la cual Usted es el Primer Mandatario, le solicitamos, que en defensa de los intereses de la Nación antes del 20 de octubre del 2004 el gobierno argentino comunique al gobierno de los EEUU su decisión de no renovar el Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones.

-Fernando “Pino” Solanas

-Dr. Carlos Juliá

-Adolfo Pérez Esquivel (Coord. “Grito de los Excluidos” Premio Nobel de la Paz en Argentina)

Saturday, September 11, 2004

Se presentaron proyectos de desarrollo alternativo (Año 2004)

Fue en la Feria del Libro, el lunes pasado. Participaron el politólogo José Nun, los economistas Alfredo Calcagno y Salvador María Lozada, del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico. Propusieron crear una corporación nacional de desarrollo financiada con la explotación minera y energética. Los problemas políticos del presidente y los conflictos que este modelo alternativo debe superar para imponerse.
Viernes, 23 de Abril de 2004 Por Buenafuente.com
La explotación de los recursos energéticos del país como base para el desarrollo económico no es una hipótesis nueva dentro de la teoría económica local. Los gobiernos de Hipólito Irigoyen, Juan D. Perón y Arturo Frondizi lo consideraron como un elemento clave para el futuro del país. Luego de la crisis de 2001, esta idea vuelve a surgir con fuerza. Pero debe remontar más de una década de políticas que han debilitado la capacidad del Estado nacional para explotar este recurso como política de desarrollo. A pesar de esto, algunos economistas como Alfredo Calcagno afirman que todavía es posible intentar políticas que vayan en esta dirección. Descripción sobre la situación actual“Todavía no se han sentado las bases de un nuevo modelo económico, estamos en momento de transición. El esquema rentístico financiero de los últimos 25 años ha concluido pero estamos lejos de uno que lo supere”, sostuvo Calcagno, quien recordó que lo que se vivió durante el 2001 no fue una crisis cíclica ocasionada por desequilibrios coyunturales, sino el colapso estructural de un modelo neoliberal de crecimiento. “No se trata de aplicar políticas que nos devuelvan a un equilibrio anterior, porque eso ya no es posible. Hay que pensar cómo se crece y distribuye la riqueza para volver a un proceso reindustrializador y de crecimiento sostenido”, describió el Calcagno. En el mismo sentido se expresó el politólogo José Nun. Para él, “el gobierno del presidente Kirchner ha realizado algunos gestos que marcan el fin de una política económica, social e institucional que mostró todas sus falencias durante la década del 90: hay una manera distinta de negociación con el Fondo Monetario Internacional y los acreedores privados, un esbozo todavía muy pequeño de políticas que tienden a la producción y creación de empleos y una relación distinta con las fuerzas armadas y de seguridad”. Sin embargo, según este especialista todavía falta un proyecto para desplegar una política económica de largo plazo, que convierta al país en productor y exportador de tecnología de punta. Los hidrocarburos y la minería como base del crecimientoLos expositores propusieron como estrategia de desarrollo nacional la creación de una corporación de fomento y desarrollo industrial financiada a través de la explotación de los recursos mineros y las reservas de hidrocarburos todavía no explotadas ni licitadas. Según los números que manejan, cerca del 70% de los yacimientos minerales y otra buena parte de las reservas de petróleo y gas se encuentran sin explotar. “Esta corporación nacional debería ser similar al CORFO chileno y podría estar formada por capitales mixtos pero con acción de oro para el Estado. Las AFJP, que manejan los recursos previsionales y poseen alrededor del 33% de la deuda privada del país podrían ser accionistas de este organismo. Con esto podríamos solucionar una buena parte de la deuda con los acreedores privados y encontraríamos una fuente de financiamiento para este proyecto”, sostuvo Nun. La Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), creada en 1939, es el organismo del Estado chileno encargado de impulsar la actividad productiva de ese país. Bajo su impulso fueron impulsadas las empresas indispensables para el desarrollo de Chile, como la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa), la Empresa Nacional del Petróleo (Enap), la Compañía de Acero del Pacífico (Cap) y la Industria Azucarera Nacional (Iansa), entre muchas otras.A través de planes especiales de desarrollo y una activa política de créditos, aportes de capital e intervenciones directas, CORFO dio un fuerte impulso a actividades como la minería, la electrificación del país, la agricultura, el comercio y transporte favoreciendo el desarrollo de empresas como Laboratorio Chile, Pesquera Arauco, Industria Nacional de Neumáticos (Insa), Chile Films y Manufacturas de Cobre (Madeco).Dificultades políticas, legales y estructurales“Es a través de la nacionalización de los recursos minerales y de hidrocarburos que puede llegar a financiarse esta corporación. Pero antes hay que romper con el esquema de alineación de la década del 90, cuando el control de los recursos energéticos quedó en a manos del sector privado y de empresas internacionales. En este sentido, todavía no se ve ninguna acción del gobierno que vaya a contramano de lo hecho durante la administración de Carlos Menem. Al contrario, a través del Plan de Desarrollo Minero para los años 03/04 se persiste en la explotación del recurso a través de las grandes empresas internacionales. Mientras no tomemos en cuenta que estamos hablando de recursos esenciales, el crecimiento de la economía argentina va a tener un techo y dependerá de la buena o mala cosecha del año”, explicó el presidente del Instituto Argentino para el Desarrollo Económico, Salvador María Lozada.La factibilidad de este proyecto enfrenta otros problemas legales. Si los artículos, 38,39 y 40 de la constitución de 1949 establecían la potestad del Estado Nacional para explotar, regular y comercializar todo lo que tenga que ver con los recursos minerales y energéticos del país, el panorama de estos tiempos es bastante distinto. “Hace unos 20 o 25 días se sancionó una ley en la provincia de Neuquén donde la provincia toma para sí el dominio de su subsuelo, la posibilidad de crear cualquier tipo de explotación y fijar normas de comercialización, lo que supone la facultad de poder decidir sobre precios. Entiendo que en esta materia no se puede vacilar: hay que volver a un control total por parte del Estado Nacional sobre estos recursos y a la pauta fijada en los artículos de la constitución del 49 para poder sostener un modelo de crecimiento basado en la explotación energética”, sostiene Lozada. Uno de los temores de estos especialistas es que se construya un “feudalismo energético” a partir de que las provincias que poseen reservas de hidrocarburos sigan el ejemplo de Neuquén. Si esto ocurriera el Estado Nacional perdería la facultad de desarrollar un modelo de crecimiento.Otro dato que los expositores remarcaron para que este proyecto fuera posible tiene que ver con el apoyo político que se necesita para impulsarlo. “Una estrategia de este tipo – sostuvo Nun- necesita de un alto grado de movilización social. Pero además, de un partido cohesionado atrás de este plan. El presidente Kirchner carece de un partido político alineado detrás de su proyecto y esta es una carencia muy importante porque resta al gobierno de equipos confiables en las múltiples áreas que debe cubrir. Valga este cálculo ejemplificador: un gobierno no puede controlar los aparatos estatales con menos de 5 o 6 mil cuadros que le sean adictos. El gobierno de Kirchner apenas cubre un 10% de ese número”. A pesar de estas dificultades, los expositores piensan que si existe la voluntad política es posible empezar a dar los primeros pasos de este plan.

Tuesday, December 23, 2003

Petrocracia y Menemismo

El pueblo argentino espera actos de reparación
Por Fernando "Pino" Solanas.
La fuga electoral de Carlos Menem y la asunción del gobierno de Néstor Kirchner interrumpió el proceso de impunidad y degradación de las instituciones con las cuales el menemato impuso los objetivos del modelo: rentas excepcionales suprimiendo los derechos sociales, desnacionalización de la economía y liquidación del patrimonio para pagar la deuda externar. El caso más paradigmático de la depredación menemista fue la cesión a precio vil de los hidrocarburos, uno de los sectores estratégicos del país. Sin inventario ni tasación, y violando la ley 17.319, se privatizaron YPF y Gas del Estado, las dos mayores compañías del país y las que más habían invertido en su industrialización, obra pública y políticas sociales. A fin de satisfacer a los compradores, redujeron las reservas comprobadas de crudo en un 30 por ciento para retornarlas a su nivel después de privatizarlas y cedieron por 25 años la explotación de las áreas estratégicas al valor de lo que producían en 9 meses. ¿Alguien recuerda actos más fraudulentos e infames que los tratamientos de las leyes que privatizaron Gas del Estado -con varios diputruchos- o YPF? El diputado Luis Saadi denunció que en el Senado habían repartido ocho millones de dólares para votarla, pero al rato se desdijo. La sesión en diputados fue conducida por el jefe de la bancada Jorge Matzkin, contando con Oscar Parrilli con informante del proyecto privatizador y el apoyo de todos los gobernantes del PJ. Entre víctores, besos y abrazos celebraron la votación notables referentes de la mayoría como E. Amadeo, E. Camaño; E. Fellner, J. González Gaviola, José Gioja, O. Lamberto, Juan C. Maqueda, Lorenzo Pepe, C. Ruckauf, Felipe Solá, Miguel A. Toma y Jorge Yoma y el ministro Manzano -el de "robo para la corona"- declaraba: "No podemos más que felicitarnos de estos diputados que han dado el quórum". Mientras algunos países perdieron su petróleo con golpes de estado o cruentas guerras como la de Irak, la dirigencia del PJ lo entregó bajo el liderazgo de jefes corruptos y sobres con millones de dólares. Para la Argentina fue equivalente a que una invasión le arrebatara la mitad de su territorio: YPF y Gas del estado aportaban al fisco tanto como el total de la recaudación de las provincias de Buenos Aires, la Pampa, Cuyo y la Patagonia. Al descuartizamiento de YPF y Gas del Estado le siguió el de decenas de usinas y represas hidroeléctricas hasta perder la soberanía energética, primer eslabón de la cadena productiva. Somos el único país que extranjerizó todo su petróleo para pagar las tarifas más altas del mercado internacional y recibir las regalías más bajas del mundo. Vemos con preocupaciónEn sus siete meses de gobierno, el presidente Kirchner enfrentó bolsones de impunidad y corrupción que parecían intocables. Quienes hemos apoyado con esperanza esas acciones, vemos con preocupación que la política petrolera reafirma las prebendas otorgadas por Menem a la petrocracia:a) continuar con el privilegio de no liquidar el 70 por ciento del total de las divisas provenientes de la exportación de crudo y gas, que significan más de 3000 millones de dólares anuales;b) aceptar el precio de los combustibles del mercado internacional como si fueran importados, cuando se producen en el país: el Gobierno acordó el precio del barril de crudo a U$S 28,50 cuando su costo de extracción es de menos de U$S 4; c) se consiente la evasión fiscal al permitir que la misma compañía extraiga, transporte y refine y venda, sin que exista ningún control de su extracción: por simple declaración jurada informan lo que sacan; d) se prosigue con la irracional política de exportación de hidrocarburos, siendo recursos escasos y no renovables: desde la privatización, las reservas cayeron de 16 a 8 años; e) ratificarles a las provincias la propiedad de los yacimientos significa dar continuidad a los proyectos de regionalización-segregación del menemismo, con el riesgo de transformar el país en un conjunto de emiratos manipulados por trust internacionales.Si se quiere avanzar hacia un proyecto nacional ¿el tema no merece un amplio y serio debate? El país necesita acabar con la impunidad de los delitos que permitieron despojar su patrimonio: ¿cabe alguna duda de que son actos jurídicamente nulos prolongar por 25 años y mediante decreto, los contratos de locación de obras y servicios otorgados por la dictadura, o la ilegítima prórroga por diez años del yacimiento Loma de la Lata a favor de Repsol, una riqueza de U$S 40.000 millones a cambio de solo 300 millones? Así como las décadas transcurridas desde la dictadura no pudieron legitimarse los ilícitos de la mafiocracia. No es sólo un tema de justicia o de reparación ética: debe entenderse que el genocidio social que padecemos también es consecuencia de la pérdida de la petrorrenta. Si la factura anual de los hidrocarburos ronda los 22.000 millones de dólares con un beneficio promedio de 10.000 millones, sólo con esta renta se podrían crear más de 3.000.000 de puestos de trabajo legítimos y multiplicar los presupuestos en salud, educación, seguridad social y vivienda. El pueblo argentino espera actos de reparaciónEl pueblo argentino espera que en estos tiempos de normalización institucional los delitos contra el patrimonio público sean investigados. Todo acto que permitiera legitimarlos o avalara su continuidad económica significaría un grave retroceso y una nueva traición al país que reclama la continuidad jurídica de los postergados intereses de la Nación. En nuestro país rige la concepción romana del derecho que coloca la ley por encima de los contratos, y si aplicáramos la ley de hidrocarburos vigente -Nº 17.319- caería la mayor parte de las concesiones. Ellas serían la base de una nueva petrolera nacional y de la recuperación de nuestra soberanía energética. Hoy como nunca se impone el principio del art. 40 de la Constitución de 1949 para que la propiedad de la Nación sobre los recursos estratégicos asegura una amplia participación social y provincial de sus rentas. La dirigencia que acompañó la ola privatizadora debe asumir su autocrítica con honestidad y coraje. El pueblo argentino espera actos de reparación: que la renovada Corte Suprema de Justicia investigue los ilícitos contra el patrimonio y el Congreso, así como anuló las leyes de impunidad, anule por fraudulentas las que avalaron el saqueo a favor de la petrocracia.

*Nota publicada en Página/12 el 23/12/2003, pág. 10**Presidente del MORENO - Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora

Monday, September 15, 2003

La Patagonia Ocupada

Por Gustavo Calleja

Días pasados, a través de uno de los voceros habituales de la derecha apátrida (Infobae), se hicieron circular supuestas opiniones del Jefe del Ejército Gral. Bendini sobre la ocupación de la Patagonia, tanto por grupos de israelíes o de potencias extranjeras interesadas en las riquezas hidrocarburíferas y acuíferas. El citado General ha negado las afirmaciones que se le atribuyeron y el Gobierno Nacional ha decidido investigar.En realidad, ni el Jefe militar, ni el Gobierno se han referido al fondo de la cuestión, que es reconocer que la Patagonia ya está ocupada por empresas extranjeras, de capital público o privado, pero que actúan protegidas por sus respectivos gobiernos en cuanto afecte sus actividades hiperutilitarias y depredatorias de nuestras riquezas. Por consiguiente, nadie puede ocupar aquello que ya está ocupado. Al igual que en el copamiento hostil de YPF por parte de Repsol, los argentinos somos de madera, pues nunca nos alcanzan los beneficios.La preservación del dominio de la Patagonia fue una constante en nuestra historia, especialmente ante las pretensiones chilenas, que se valían de fuerzas militares, indios traidores e idealistas dudosamente ingenuos. Roca avanzó a fuerza de fusiles, pero no se preocupó del desarrollo posterior, pero si de repartir tierras a sus amigos. Yrigoyen y Alvear, mediante YPF y a través de Mosconi y Baldrich la ocuparon, desarrollándola en base al petróleo y la educación, en una generalizada lucha contra los trusts petroleros internacionales; esa tarea civilizadora fue la que siguieron Perón y Canessa mediante la creación de Gas del Estado y la construcción de nuestro primer gran gasoducto troncal que partía de Comodoro Rivadavia. Para todos los nombrados la Patagonia era sinónimo de petróleo y éste lo era de soberanía. Illia, cambió la orientación de la solución arbitral de los conflictos limítrofes con Chile, pasándola de la Corona Británica a la Corte Internacional de La Haya, y con Conrado Storani planificó y comenzó la ejecución de las grandes represas hidroeléctricas nacionales, entre ellas las del Comahue.De la mano del oscurecimiento menemista, la situación descripta terminó en 1989 y, sin interrupciones, continua en la actualidad. Los hidrocarburos dejaron de tener carácter estratégico y a pesar de que las Leyes de Hidrocarburos y de provincialización del Subsuelo determinen que siguen siendo de propiedad nacional o provincial, la realidad es que están en las manos de concesionarios extranjeros que los explotan sin respetar el ordenamiento legal argentino. Así tenemos que el 95 % de las reservas, producción y transporte de petróleo y gas está en manos de Repsol-YPF (España), Petrobras (Brasil), Chevron-San Jorge (EEUU); Pan American Energy (EEUU), Total (Francia), Tecpetrol (más de Italia que de Argentina), Vintage Oil (EEUU) y Pluspetrol (EEUU).Los oleoductos y gasoductos troncales más importantes tienen su origen en la Patagonia; desde la venta de Pérez Companc a Petrobras todos están en manos extranjeras, al igual que el Polo Petroquímico de Bahía Blanca (Repsol-YPF y DOW), la Destilería de esa misma ciudad (Petrobras) y la también bahiense Planta de fertilizantes (Repsol-YPF y Petrobras). Recordemos que Bahía Blanca es considerada la puerta atlántica de la Patagonia.A pesar que la Patagonia tiene tres gasoductos a Chile, por supuesto, todos en manos extranjeras, incluso chilenas (ENAP), falta gas en ArgentinaLas represas hidroeléctricas, que al igual que la infraestructura hidrocarburífera fue construida con el esfuerzo de varias generaciones de compatriotas, fueron “regaladas” a empresas extranjeras, mayoritariamente chilenas; incluso, en momentos en que no estaban controladas las cuestiones limítrofes. Ello significa que dejamos en manos de un país con el que habíamos tenido conflictos permanentes, el control de las crecientes de los ríos patagónicos y la provisión de energía a nuestros centros consumidores más importantes; como se ve, armas más que poderosas en cualquier discrepancia internacional de importancia, que abundaron en las relaciones con los trasandinos.Dejando el subsuelo y mirando el suelo podemos decir que se mantienen las grandes propiedades de los súbditos de la Corona Inglesa, a los que se han sumado ciudadanos extranjeros, especialmente norteamericanos. La legislación restrictiva sobre el dominio territorial en las zonas de fronteras, como la que delimita los espacios de uso públicos vinculados a ríos y lagos, son desconocidos por los actuales propietarios.Los mares patagónicos, escasamente vigilados, son depredados por flotas de bandera extranjera, en forma ilegal o legal; en este último caso, el actual Gobernador de Buenos Aires, ex Secretario de Agricultura y Pesca en la época en que se concedieron los permisos, todavía está debiendo una explicación a los argentinos, pues en un tema de esta importancia no basta decir que se equivocó. Desde hace varios años, nadie se explica la falta de equipamiento de nuestras fuerzas navales.En tiempo más recientes, de la mano de una ley que concede beneficios desconocidos en cualquier otro país, aparecieron las explotaciones mineras. Está vigente la lucha del pueblo de Esquel para preservar sus condiciones ambientales.De todas esas actividades, las riquezas que les quedan a los argentinos son muy pocas: algunos puestos laborales mal pagos, misérrimas regalías que, generalmente, se compensan por desgravaciones o exenciones con que los argentinos premiamos a los expoliadores. Por el contrario, los daños ecológicos son inmensos, las previsiones para cuando los recursos no renovables se acaben no existen y los perjuicios económicos están cuantificados en el Balance de Pagos y alcanzan a miles de millones de dólares anuales. Gobernadores feudales son la cara visible de estas situaciones.La situación descripta no puede ser desconocida por el Presidente ni por el Jefe del Ejército. Aquí no valen discursos patrióticos recordando a Mosconi, pues solamente tienen importancia los hechos que se hagan en pos de recuperar la Patagonia para los argentinos. Mientras que Mosconi y Baldrich luchaban contra los trusts norteamericano e inglés del petróleo, encabezados por la Standard Oil y la Royal Dutch-Shell, hoy los máximos responsables de los trusts petroleros español y brasileño –los “dueños” incuestionables del mercado- son recibidos con honores por el Poder Ejecutivo, quien sin ninguna necesidad y urgencia, dicta a su pedido Decretos de Necesidad y Urgencia que consolidan el modelo energético neoliberal de la dependencia. La mal llamada federalización del subsuelo, de la que constituye una etapa superior el proyecto de regionalización autónoma de la Patagonia que fuera fogoneado por algunos gobernadores de la región y el ex Presidente Menem, constituye una herramienta fundamental para corroer el poder del Estado Nacional, único posible de ser utilizado con éxito para revertir la situación de extranjerización que padecemos.

Tuesday, August 19, 2003

El M.O.R.E.N.O.: Hacia un nuevo modelo energético"*

El M.O.R.E.N.O. nació con la idea de reconstruir la conciencia energética nacional: quien no conoce lo que le pertenece, su valor y posibilidades, mal puede defenderlo. Una conciencia ligada a la defensa de lo público, al derecho del pueblo a beneficiarse y gozar de sus recursos naturales y que durante la década neoliberal fue severamente dañada. El saqueo del patrimonio público, el maltrato y la estafa a los usuarios, entre otras causas, fueron consecuencia del ocultamiento y la desinformación. La asociación de las corporaciones económicas con los medios fue tan grande, que ni la venta de YPF y Gas del Estado, las dos más poderosas empresas del país, merecieron debatirse en la televisión. Nadie supo porque se vendían ni cómo se vendían las empresas que más beneficios le habían dado al país. Para la Argentina fue semejante a que un conflicto bélico le arrancara su provincia más rica. YPF recaudaba tanto como Buenos Aires y se perdió sin guerra. El propio Menem se ocupó de seguir personalmente la venta de los 350 millones de acciones de YPF en Nueva York a u$s 19 la acción cuando valían u$s 35. La descomunal estafa significó otorgar por u$s 6900 millones un recurso estratégico perecedero en el cual generaciones de argentinos habíamos invertido muchas veces más. El menemato fue inseparable de la degradación institucional y la corrupción: los reglamentos modificaban decretos, los decretos violaron leyes y las leyes ignoraron constituciones. Fue tal la impunidad que para privatizar YPF y Gas, votaron falsos diputados; redujeron las reservas en un 30%; cedieron por 25 años áreas estratégicas al valor de lo que producían en 9 meses y así se podría seguir describiendo la cadena de ilícitos mediante los cuales hicieron desaparecer los mayores recursos del país. Fueron tan impunes que violaron la misma Ley de Convertibilidad que prohibía aumentar precios y salarios: por decreto indexaron las tarifas de servicios públicos de acuerdo a la inflación de los EE.UU. y las incrementaron un 21% pagando los usuarios miles de millones de dólares de más.
Documento Fundacional a) Considerar a la energía como un derecho humano y un bien social que debe ser democratizado para permitir la vigencia inmediata de tarifas que aseguren la accesibilidad y permanencia de todos los argentinos en el sistema energético, como también el crecimiento y desarrollo de las actividades productivas nacionales.
b) En el convencimiento de que somos los pueblos –no los empresarios privados- los dueños de los recursos energéticos y quienes determinamos su forma de explotación y distribución de las riquezas generadas, estimar como necesaria e irrenunciable la recuperación de la capacidad de decisión nacional y la consiguiente nacionalización del sistema económico, objetivo que para ser cumplido requiere, ineludiblemente, contar con los recursos que genera el sector de la energía.
c) Acorde con las ideas expuestas, constituye un imperativo prioritario reincorporar al Patrimonio Estatal a los recursos que pertenecían a las grandes empresas nacionales y provinciales privatizadas, como también preparar un Plan Energético Integral, que se integre con las propuestas de reconstrucción de la República, actualmente en elaboración en distintos ámbitos nacionales, y que establezca la exclusiva administración estatal de los recursos, la ampliación de sus disponibilidades, el uso intensivo de aquellos renovables y una concepción estratégica para los no renovables
d) Otorgar, en consecuencia, renovada vigencia a las palabras que oportunamente pronunciara el Director General de Y.P.F. Gral. Enrique Mosconi: “Desde el 1° de agosto de 1929, fecha en que los trusts petrolíferos inglés y norteamericano quedan definitivamente rotos en nuestro país, los habitantes de la República no sufren más imposiciones que las emanadas de su propio gobierno que decide libre de ingerencias extrañas en todo lo relativo al combustible líquido y empiezan a volverse tierra adentro los millones que hasta entonces tomaban el mar”.Con esos objetivos, hemos resuelto la creación de este Movimiento.
*Nota publicada el 19 de agosto de 2003 en ocasión del número presentación del InfoMORENO, publicación que sale semanalmente con noticias, artículos y opiniones sobre la actualidad energética y de la cuál Solanas es editor.